La creencia en el Estado es la fe en el Capitalismo. Las migajas que reparte el sistema de dominación en sus diversas facetas es el engaña-bobos para que la inmensa mayoría siga las directrices y los valores que imponen los gobernantes; un individualismo basado en la meritocracia que replica permanentemente la idea de una lucha sin fin para la supervivencia de los más aptos.