Ya ha llegado a nuestras pantallas la última adaptación cinematográfica de un cómic Marvel. En este caso el personaje que dará el salto será el mítico Capitán América. Una vez más la taquilla dice una cosa y la crítica otra totalmente distinta, mientras que el público se arremolina en sus cines para ver este filme nosotros seremos menos indulgentes a la hora de criticarla.
En la película se cuentan los orígenes del Capitán América, por lo tanto nos situamos en los años 40, en plena Segunda Guerra Mundial. Steve Rogers es un enclenque americano con mucho más fuerza de voluntad que sentido común que desea alistarse para poder combatir por su patria. Cuando ven la determinación del joven soldado es seleccionado para probar en él el suero del supersoldado, que lo convertirá en un superhéroe. Steve ahora ya como Capitán América se dirigirá al frente enemigo y demostrará de lo que es capaz.
El conocido Bucky Barnes, el jovencísimo compañero del Capitán América de los cómic, en la película es de la misma edad que Steve, y en ningún momento le acompaña como su mano derecha, visto esto bien podrían haberle puesto cualquier otro nombre y no haber destrozado al personaje, ya que no da la impresión de que tengan mucho más planeado que hacer con él.
Cráneo Rojo es el supervillano al que deberá enfrentarse nuestro héroe, bien interpretado por Hugo Weaving, aunque resulta bastante poco terrorífico, ya que tan solo tiene un par de enfrentamientos con el Capitán y ninguno de ellos resulta nada épico.
Lo principal que se puede decir de esta película, y es el mayor fallo que tiene sin lugar a dudas, es que es una película incompleta, una película puente, en resumen, un engaño. Tan solo sirve como una leve presentación de lo que es el Capitán América, simplemente como un pequeño prólogo antes de comenzar con Los vengadores. No soltaré spoilers, pero el final es terrible. Si en las otras películas de Marvel, tras los títulos de crédito, nos daban una pequeña pista de lo que nos iban a traer, esto es llevarlo hasta unas cotas indignas. La única finalidad que parece tener la película es promocionar la siguiente.
Cuando terminas de ver este filme la única sensación que te queda es la de no haber visto nada, un vacío de dos horas, una película que no es ni una introducción.