Se enfrentarán la mentira contra la esperanza de un cambio que España necesita, la brillantez del tahúr Sánchez contra la solidez del gallego astuto, el representante de la chusma y la gentuza contra el que aspira a representar a la España decente que quiere resurgir y regenerarse.
Los televidentes, que serán muchos, al verlos discutir, pensarán que uno y otro están lastrados por sus carencias: Sánchez representa y será votado por lo peor de España, desde los okupas a los inmigrantes ilegales que no se integran y delinquen, desde los independentistas que odian a España hasta los millones de españoles vagos que quieren vivir de las limosnas del Estado, sin interés alguno en la regeneración porque se sienten a gusto en la corrupción. Feijóo será ante las cámaras el representante de un Partido Popular experto en frustrar a sus votantes, que en tiempos de Rajoy pudo enderezar España y suprimir las sucias leyes socialistas y no hizo nada y que se parece demasiado l socialismo en su forma de gobernar.
Sánchez, el socialismo y el comunismo llevan muchos años dividiendo Españas en dos bandos irreconciliables. El "Cara a Cara" de hoy es una consecuencia más de ese miserable interés de la izquierda en sembrar división, odio y enfrentamiento entre las dos España, como ocurría en vísperas de la Guerra Civil.
El zapaterismo y el sanchismo han apostado por el odio y la división. Han desenterrado muertos, han resucitado el franquismo, que estaba olvidado, han arrojado escombros sobre el perdón que los españoles sellamos en la Transición, han predicado y estimulado el odio y la división entre las dos Españas y han enfrentado a pobres contra ricos, mujeres contra hombres, jóvenes contra viejos, hijos contra padres, esposas contra esposos y a unas regiones contra otras.
Por su parte, el PP ha decepcionado mucho a sus votantes durante el nefasto mandato de Rajoy, en el que la derecha llegó a parecerse tanto a la izquierda que la superó en mentiras y engaños a sus votantes.
VOX, Podemos y anteriormente UPyD y Ciudadanos fueron reacciones del pueblo sano de España contra el bastardo y sucio contubernio del bipartidismo, que hoy regresa a nuestras pantallas con todo el descaro y en contra de la voluntad popular, que no se fiea de los dos grandes partifos corruptos y de comportamiento sucio.
Esta noche es muy probable que gane Feijóo por dos razones: la primera porque acabar con Sánchez es más que una tendencia una necesidad de la nación, que no podría resistir cuatro años más con ese mentiroso sin ética al frente; la segunda es porque el mal suele destruirse a si mismo y esta noche, en algún momento del debate, a Sánchez, que es un experto en disimular y ocultar sus miserias, se le escapará la maldad por sus ojos o por su boca y el pueblo se reafirmará en la tesis de que hay que mandarlo al paro, aunque su oponente no sea todo lo solvente e ilusionante que España necesita.
Francisco Rubiales
