El carácter es el destino

Sobre los finales de temporada de Californication y Dexter, de Showtime.

Hay dos formas de sorprender al espectador. La primera es negándole lo que espera, la segunda: dándoselo. La noche del domingo finalizaron las temporadas de dos series de Showtime, la cuarta y la tercera de Dexter y Californication, respectivamente, y más de uno de nosotros tenía una idea de lo que podía ocurrir en el episodio final de ellas, sin que esto rebajara un minuto la tensión, las esperanzas, el suspenso y la sorpresa final. Encuentro muchas similitudes entre estos dos finales de temporada, pero como soy consciente de que no todos siguen las dos series, y si lo hacen no van al día con una u otra, voy a separar con subtítulos este post cuando me refiera a cada una y daré una conclusión. Advierto que quienes no hayan visto Californication hasta el capítulo 3x12 “Mia Culpa” y Dexter hasta el 4x12 “The Getaway” no deberían leer lo que digo de ellas, pues sin duda les arruinaré la diversión (si así se le puede llamar).
Californication: A Rocket Man
“I miss the earth so much I miss my wife
It’s lonely out in space
On such a timeless flight”.
Rocket Man – Elton John

Está claro que si la acción se traslada a Nueva York, la serie ya no podría seguirse llamando Californication; y aunque me guste mucho la idea de los Van der Moodys viviendo felices para siempre, ya se sabía que la confirmación de una cuarta temporada no nos dejaba muchas opciones para el final de la tercera. En ésta, Hank se dedica (?) a enseñar pues la novela que ha escrito sobre Lew Ashby no encuentra la publicación y aquella que escribió en la primera temporada fue robada por Mia, a cambio de no revelar que se habían acostado siendo ella una menor. Así las cosas, Moody se sumerge en este mundo académico de la forma en que solo él puede hacerlo: diciéndole a la cara a sus estudiantes lo que piensa de lo que escriben, bebiendo en los intermedios y acostándose con una (ex) alumna y dos profesoras, una de ellas la esposa del director. Claro, sigue con Karen a distancia, lo que le permite continuar de juerga pero teniéndola en su vida, y lo que nos permite a nosotros seguirla viendo sin que las tramas de los capítulos bajen de intensidad. Los secundarios han estado para alquilar balcón, encabezando la lista la maravillosa Kathleen Turner encarnando a súper Collini, seguida por las bellas Eva Amurri, Diane Farr y Embeth Davidtz, que le han dado el desmesurado ingrediente sexy que caracteriza a Californication.
Fue delicioso una vez más este David Duchovni, hoy nominado a un Golden Globe por su papel, sumamente divertido y, a pesar de esto, melancólico, sabiendo que vivir al extremo no es lo que quiere y que recuperar a su esposa es su próxima tarea inaplazable. Grandes momentos emotivos nos dio la temporada, cuando tanto Hank como Charlie reconocen la poderosa amistad que los une y a ellos con sus amores, pero todos éramos testigos de cómo su carácter les impedía escapar de ese mundo que en el fondo desprecian.
Karen ha venido por Hank para llevárselo a Nueva York y le ha perdonado sus múltiples indiscreciones, algunas de las cuales vimos en ese burlesco capítulo llamado “El apartamento” y todo parece ir encontrando el camino correcto, excepto porque el final de temporada se titulaba “Mia Culpa”, mencionando el personaje de Madeline Zima, cabo suelto desde la primera season. Todos sabíamos que esto no podía ser bueno, pero hay un momento del capítulo en que una luz de esperanza se posa sobre nosotros: Mia comprende que decir la verdad va a hacer daño a Karen y Becca y decide retroceder, pero justo después Hank se lía a golpes con el manager-novio de ésta. Y he aquí la sorpresa: lo que sabíamos que iba a ocurrir ocurre y por eso nos resulta más doloroso, era obvio y no queríamos creer que los escritores lo hicieran, pero por eso mismo no lo vimos venir tan de frente. Golpeado, Hank llega a casa, donde está Karen con todo empacado, lista para huir de esa ciudad que se equipara al infierno. Hank comprende que debe asumir la culpa y le cuenta la verdad. Una verdad que nosotros también hemos guardado todo este tiempo, una verdad que no escuchamos en la boca de Hank porque en un montaje magistral con exquisita dirección de cámaras, suena la canción Rocket Man de Elton John y sirve como enérgica metáfora de lo que sucede con esta familia. Ahora todo está destruido, ahora Hank irá a la cárcel por abuso de menores o agresión, mientras Karen y Becca ven cómo su amor y padre se aleja, una vez más, en su cohete a Marte.

O a La Luna

Escucha "Rocket man - Elton John"

Dexter: The Dark Passenger

“La vida no tiene por qué ser perfecta. 
Sólo tiene que ser... vivida”. 
Extracto Dexter 4x12

A Dexter Morgan se le complicó la vida. No, mejor, se le complicó la muerte. Entre ser esposo, padre de tres niños, buen vecino, hermano incondicional y trabajador responsable, ya no le queda tiempo para matar a sus anchas. Ha perdido la intimidad, la planeación, el silencio… y muchas horas de sueño. Sin embargo, entre fingir ser normal y empezar a desear serlo hay solo un paso: conocer a otro asesino serial que ha podido sobrevivir sin ser atrapado, con esposa, hijos, amigos y trabajo como él. Cuando Dexter encuentra a Trinity, la llamita de la ilusión de vivir otra vida se enciende aunque él apenas pueda percibirla, pero acercarse a él le complicará la vida aún más, hasta el punto de quebrar el código que le ha permitido la supervivencia.
El espejo en el que se miraba Dexter parecía atractivo antes sus ojos, pero con el tiempo ese espejo le devolvía una imagen que no le gustaba: Trinity era como él, pero sobre todo era su futuro, un futuro lleno de terror, soledad y oscuridad. Durante toda la temporada este paralelo entre las vidas de ambos dio mucho juego, sobre todo cuando encontrábamos sutiles diferencias que alimentaban más la esperanza de que Dexter pudiera hacerlo mejor que Trinity.
Tantas complicaciones terminaron por exasperar a Dexter, pero contrario a lo que él mismo pensaría, lo que deseaba sacar de la ecuación no era a su nueva familia, sino darle vacaciones al oscuro pasajero. Ya sabíamos que Trinity no se podía ir en silencio, su discurso de despedida es escalofriante porque viene del futuro, porque advierte que ese deseo no se cumplirá.
En más de un momento del capítulo esperamos en verdad que algo muy horrible sucediera, temí hasta por la vida de Debra Morgan y no terminaba de calmarme porque yo sabía que lo más inteligente por parte de los escritores era matar a Rita. Pero no lo quería aceptar, me pasaba como a Dexter, me había encariñado con ella, con la idea de algo distinto, más humano. Cuando él y Rita se besan, me quedó claro, era una despedida. Ese momento del episodio final en el bote, con la luz de la luna bañando su rostro, imaginando y deseando que Rita, su mujer, estuviera también mirándola y con esto permanecieran conectados por la misma luz y él conectado con el mundo, es evocadora. Casi me lo creí, casi habría preferido que no hubiera quinta temporada.
Pero aquello que sabes que va a ocurrir lo sufres dos veces. Desoladora imagen de Rita en la bañera de la que todavía no me repongo. 
You dream a heaven you'll never see (Conclusión) 
Qué profunda nostalgia me ha quedado al ver estos dos finales, uno detrás del otro (Dexter primero), una nostalgia de tiempos mejores que ya no van a regresar. Hemos visto a un Hank Moody con el horizonte más claro para él y Karen, pero incomprensiblemente más desbocado que en otras temporadas; hemos visto a un Dexter viviendo el sueño americano y con poco tiempo para hacer de las suyas, pero paradójicamente nos ha dado la temporada más frenética de todas. Ambos quieren escapar de un mundo que les resulta atractivo, que les carcome por dentro, porque sueñan con un futuro más bonito, con otro cielo y mil lunas llenas. Pero como en una tragedia de Shakespeare, han sucumbido a su destino, ese destino que no es otro que su propio carácter.

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