El cardenal jaime ortega en el programa de amaury pérez (programa completo)

ALICIA FERNÁNDEZ | La Habana | Pensé que era Eusebio Leal por la cadencia, pero no, era el cardenal Jaime Ortega en el show de Amaury Pérez, Con dos que se quieran, en una entrevista supuestamente “difícil”.

Los que no estaban enterados de los temas, nada más entendieron la parte del Papa. Porque está claro, sabemos más de los últimos tres papas que de lo que pasa en el patio de la casa. Que si lobos enfurecidos, que si familiares vestidas de blanco, que si prensa que ataca al Cardenal… y los cubano de a pie deben estar como locos buscando en el Granma qué se perdieron, porque ni Amaury Pérez ni el Cardenal llamaron a las cosas por su nombre. Parece que no estaba incluido en la autorización.

Evitaron decir que la prensa que “ataca” al Cardenal está hecha por cubanos de adentro y de afuera de la Isla. O sea, que estamos hablando de lo que nos compete y a lo que tenemos derecho.

Tampoco dijeron que las familiares vestidas de blanco a las que el Presidente (tan benévolo) mandó a escuchar son las mismas a las que la prensa oficial llama mercenarias y la policía sigue golpeando cada domingo.

En España malinterpretaron sus palabras, según el cardenal. Donde dijo digo, todos entendimos Diego, por eso en esta entrevista rehuyó mencionar las palabras políticos o de conciencia en relación con los presos.

El Cardenal tuvo más lapsus que Amaury.

Olvidó decir que los 12 presos que decidieron quedarse en Cuba no fueron indultados, sino que tienen una licencia extrapenal que los limita en movimiento. Que los que no se iban “gustosos” quedarían bajo la misma situación. Y que la “familia gremial” con la que fue exiliado cada preso, y que mencionó también Amaury, si se quedaba sería estigmatizada.

No es solo lo que dijo, sino el tono en que lo dijo. Cuanto habrá tenido que practicar antes para poder sortear las palabras Damas de Blanco, los 75, presos políticos, exilio, represión, golpizas, acoso…

El Cardenal habla del perdón y legitima la miseria. Según Su Eminencia todos los que pensamos diferentes somos pobres de espíritu, lobos que van a por el rebaño que él se ha encargado de adoctrinar. El “nosotros” que repite Su Eminencia los incluye a él y al Gobierno.

O sea, que si el Papa dice que “la Iglesia no está en el mundo para cambiar gobiernos…”, en Cuba parece que está para reírle la gracia al Gobierno.

Hace falta que la próxima entrevista que conceda el cardenal sea para explicarle a los fieles cubanos qué es la verdad, porque de repente, igualito que Pilatos, tenemos la duda.

Recordó en pantalla cuando fue hecho cardenal, lo que decían los 150 cubanos que le acompañaron: “Cuba tiene cardenal”. Pero a estas alturas Cuba, además de un cardenal, tiene cinco chichones, diez arañazos, 25 fracturas, cientos de heridas y varas de hambre por cubanos que se hacen de la vista gorda.

Una cosa nos queda clara: el Cardenal quiso a su mamá. Se explayó tanto en sus recuerdos que el show de Amaury terminó por ser el culebrón trasnochado con amagos de atrevimiento que acostumbra a ser.

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Fuente: Diario de Cuba