El Cascanueces (Andrei Konchalovsky, 2.010)
Ficha:
Título Original: The Nutcracker in 3D.
Director: Andrei Konchalovsky.
Guionistas: Andrei Konchalovsky, Chris Solimine.
Intérpretes: Elle Fanning, Nathan Lane, Frances de la Tour, John Turturro, Richard E. Grant, Yuliya Vysotskaya, Aaron Michael Drozin, Charlie Rowe.
Productores: Andrei Konchalovsky, Paul Lowin.
Fotografía: Mike Southon.
Música: Eduard Artemiev.
Montaje: Mathieu Bélanger, Andrew Glen.
Nacionalidad: Reino Unido, Hungría.
Año: 2.010.
Duración: 107 minutos.
Edad: Todos los públicos.
Género: Acción, Familiar, Fantástica, Musical.
Distribuidora: Flins y Pinículas, S. L.
Estreno: 23-12-2.011.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 32.032.
Recaudación: 199.664,32 €.
Calificación: 5,384.
Sinopsis:
Viena, años 20. María, una niña de nueve años, vive en una casa llena de objetos encantadores, pero se siente demasiado sola. Su irritante hermano Max no deja de molestarla, y sus padres apenas le prestan atención. La víspera de Navidad su querido tío Albert le regala un muñeco de madera: un cascanueces. Esa noche, la imaginación de Mary consigue dotar de vida al muñeco, y éste emprende con Mary un viaje maravilloso hasta llegar a un mundo donde los juguetes tienen forma humana y todo es mucho más grande.
Comentario:
El clásico cuento de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann convertido en ballet por Tchaikovsky a finales del siglo XIX, es ahora llevado al cine tridimensional de la mano del director ruso Andrei Konchalovsky (“Tango y Cash”). Elle Fanning (vista este año en “Somewhere” y “Super 8″) encarna a Mary, una niña que recibe el día de navidad un mágico regalo: un cascanueces encantado que la llevará de la mano a un mundo de fantasía amenazado por el malvado Rey Rata (John Turturro).
Crítica:
23-12-2.011 – CARMEN L. LOBO
El clásico no llega a la nota
Que no les engañen la ampulosidad y coquetería de la puesta en escena con que arranca esta nueva versión de “El cascanueces”, ahora tridimensional, aunque poco: paulatinamente, la propuesta de Konchalovsky transparenta sus verdaderas carencias y ratifica, aunque le pese, que, en tanto ‘tv-movie’, habría menos que objetar, pero como película posee algún que otro importante lastre que le impide levantar el vuelo con donosura, sin sufrir trompicones de continuo. Y no porque un personaje recuerde (la culpa la tiene una absurda peluca de pelos blancos y tiesos) al magnate del boxeo Don King; ni siquiera haremos responsables a los actores, la mayoría con la cabeza puesta en otro lado menos una jovencísima y entregada Elle Fanning (su hermana Dakota ya le robó planos al propio Tom Cruise en “La guerra de los mundos”, o sea que de raza le viene al galgo). No; en realidad sucede que el espectador puede despreocuparse demasiado pronto de esta, por otra parte, hermosa y onírica historia por culpa de un ritmo bradicárdico y esos fríos, desangelados números musicales. Tiene delito. Ni siquiera la visión de esa masa ingente de feroces ratas uniformadas al estilo nazi (estamos en la Viena de los años 20) y liderada por un roedor que, otra vez los malditos postizos, evoca a un absurdo Andy Warhol dentudo logra animar el cotarro fílmico. Duro, demasiado duro competir con el ballet de Tchaikovsky…
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