El caso del chantajista
pelirrojo de
Jordi Sierra i Fabra. Editorial Siruela, 2013. Rústica, 269 pp., 15,95
€. También en Epub.
Por José R. Cortés Criado.
Berta, la
protagonista de la serie se ve obligada a ejercer de detective porque su padre,
el responsable de la agencia está en estado vegetativo después de un atentado y
alguien ha de mantener a la familia. Es hija única, vive con su padre y su
abuela paterna; su madre vive con su segundo marido.
En esta, la
tercera entrega, Berta, joven estudiante e investigadora, está de suerte, le
acaban de llegar dos encargos: buscar a una adolescente que ha sido captada por
una secta y entregar el dinero de un chantaje.
Ambos casos
parecen simples, pero las cosas nunca son lo que parecen y así la joven se ve
envuelta en la red de la secta pero descubre que la huida de su cliente no
tiene que ver únicamente con la atracción de la vida en comunidad, hay otros
problemas familiares que abocan a la chica a huir de casa.
El caso del
pago del rescate también se le complica, al final hay un asesinato y Berta se
ve envuelta en una espiral de problemas que hacen peligrar su vida.
Además sigue
sus ensayos con el grupo de música rock al que pertenece, y aparece un joven
músico al que parecen irle bien las
cosas profesionalmente; este le propone grabar una canción juntos y, ella, ante
las dudas, decide seguir con su grupo.
Como en otros
números de esta serie, Sierra i Fabra, mezcla las vivencias cotidianas de Berta
con los trabajos que le salen en la agencia de detectives y la problemática
actual en nuestra sociedad. En este volumen nos vamos a encontrar con un prestigioso
médico que enloquece cuando su mujer desaparece con su hija y vive en la calle;
una chica con un padre degenerado al que odiaba y amaba al mismo tiempo; un
joven director de cine que se va de la casa familiar para que no supiesen que
era gay; y un cantante de fama que intenta recuperar una grabación donde se le
ve con una menor y no duda en matar para salvar su fama.
La novela es
pura acción desde la primera página, a penas hay espacio para el relax, la
acción no decae, igual que la actividad frenética de la protagonista, una chica
que puede llevar todo para adelante: estudios, amigos, aficiones, trabajo,
familia..., y, además, todo le sale bien.