Con él hemos perdido un testigo constante de las contradicciones de nuestro tiempo, que trataba de provocar reacciones activas y benéficas en el cuerpo inerte de la sociedad italiana.
Pier Paolo Pasolini, escritor, poeta y director de cine italiano, fue asesinado en extrañas circunstancias el 2 de noviembre de 1975, en Ostia (Italia). Treinta y cinco años después todavía no está muy claro como murió.
La versión oficial sostiene que Pasolini fue a dar una vuelta con un joven que acababa de conocer, Giuseppe Pelosi, e intentó mantener relaciones sexuales con éste, que se negó y en defensa propia le mató.
Aún así y pese a que Pelosi se considere el culpable de su muerte, hay múltiples contradicciones que ponen en duda esta versión.
La muerte de Pasolini, considerado por muchos el último intelectual italiano, se enfocó desde múltiples puntos de vista en la prensa italiana, partiendo del morbo más bajo a las posturas políticas más exacerbadas, en una Italia de confusión y extremismo político.
Gianluca Maconi
Gianluca Maconi, decidió recoger todo lo sabido en esta novela gráfica, precedida de un texto de Furio Colombo, el periodista que pasó las últimas horas con Pasolini antes de morir y a quien éste le concedió una entrevista con declaraciones rotundas y aplastantes.
De este modo, recoge los testimonios del autor del crimen Pelosi, de periodistas que apuntaban otros culpables y un último capítulo con una cronología que ordena los puntos clave de esta tragedia y resume toda la información de la que se dispone.
Construyendo una metáfora paralela que narra la historia de un maharajá que se entrega a unos tigres hambrientos, Maconi muestra un Pasolini dubitativo, melancólico y resignado, quizá influido por las desgarradoras afirmaciones que hacía en su entrevista con Furio Colombo.
“El infierno está subiendo a por vosotros”, eran las últimas palabras de este intelectual desencantado, nostálgico de “la gente pobre y auténtica que luchaba por destruir al amo sin transformarse en el amo”. La sorprendente actualidad de sus reflexiones provoca serias dudas sobre la autenticidad de la presente sociedad de masas cada vez más estandarizada que “se vuelve más grande, y con ella, la desesperación y la rabia”. Quizá esa misma desesperación y rabia fue la que le llevó a la muerte y nos privó de su genialidad.
Por último, esta novela destaca por la facilidad con la que explica una investigación tan complicada y sobre todo, por las reflexiones internas que despierta. El único reproche que se le puede hacer es que no aporta nada nuevo a la investigación, pero no deja de ser una buena explicación de la misma.