Tras pasármelo pipa en Burdeos y dormir 12 horas del tirón (mis padres no se lo podían creer), nos encaminamos a nuestro próximo destino en mi primera ruta en coche por Europa: la región del Somme. De camino, para aprovechar el día, mis padres decidieron visitar, por fin, el castillo de Chenonceau. Ellos ya habían estado en otros castillos del Valle del Loira y a las puertas del mismo Chenonceau varias veces (podéis leerlo en su post Un día en el castillo de Chenonceau) pero al final tuve que nacer yo para que lo visitaran de una vez.
Lo primero que quiero contaros es que tanto el castillo de Chenonceau, como cualquier otro de la zona y como el Valle del Loira al completo, son ideales para ir con bebés y niños. Las distancias son cortas y la combinación de lugares de interés turístico y ocio al aire libre lo convierten en un destino perfecto para todos los miembros de la familia. Así, los mayores pueden pasar una mañana visitando el interior de un castillo o museo y dedicar el resto del día a los parques y jardines que los rodean donde nosotros podemos correr o gatear tan felices. Todo está muy bien preparado para niños, con espacios de recreo, cambiadores y lugares para calentar nuestra comida o biberón.
El castillo de Chenonceau es bastante pequeño, por lo que en una hora se visita de sobra y el resto del tiempo se puede disfrutar al aire libre en sus amplios y cuidados jardines. Además, para los más pequeños está el "Espace bébé", junto a los baños del restaurante l'Orangerie y el autoservicio, de manera que aquí los bebés pueden gatear y jugar al aire libre teniendo al lado los baños por si hay que cambiar pañales y los restaurantes para poder calentar el potito o el biberón. Yo estuve cerca de una hora gateando y jugando en esta zona con otros bebés.
A la hora de visitar el castillo hay que tener en cuenta que hay escaleras para acceder a las cocinas y a las estancias superiores por lo que o se visita por turnos y el carrito con el bebé se queda en los jardines de los alrededores con uno de los dos o se lleva al bebé en mochila. Como en el caso de Chenonceau mis padres sabían que se visitaba rápido y además teníamos algo de prisa para seguir nuestra ruta lo que hicieron fue turnarse y dejarme a mí en el carrito reposando la comida mientras me paseaba por el jardín de Catalina el que no estaba en el castillo y así lo veían también.
Si queréis más información sobre qué ver, lo más interesante, la visita, los mejores puntos... del castillo de Chenonceau no os perdáis el post de mis padres y este vídeo:
Otros castillos del Loira recomendados para ir con bebés y niños:
- Chambord: la visita del edificio sí se lleva bastante más tiempo y aquí las escaleras son de visita obligada por lo que lo mejor es que el bebé vaya en una mochila y, a ser posible, durante su rato de siesta. Los exteriores son de los más pobres comparados con otros castillos pero para bebés y niños pequeños son más que suficientes para correr o gatear un rato.
- Clos Lucé: sus inmensos jardines, repletos de inventos de Leonardo da Vinci con los que jugar lo convierten en el mejor castillo para visitar con niños algo más mayores, que ya corran y disfruten en un parque de juegos.