Se encuentra entre las localidades de Los Yébenes y Fuente el Fresno, frente a una antigua posada.
Su situación es similar a la de cualquier castillo de la época, sobre un montículo lo suficientemente elevado como para dominar el territorio circundante y poseer de esa manera una clara ventaja estratégica y defensiva.
Para acceder a él hay que cruzar el puente sobre el río Bracea y continuar por un camino empedrado.
De esta manera llegamos ante la imponente fortaleza, que se compone de un cuerpo principal y unas dependencias auxiliares.
La torre del homenaje
La zona central es una torre del homenaje de planta rectangular, con una altura aproximada de veinte metros y dividida interiormente en tres pisos. Rodeando esta construcción hay cuatro lienzos de muralla con torres circulares en sus ángulos. El aparejo en general es la mampostería, aunque aparecen otros materiales, como sillares de piedra caliza, en algunas partes determinadas.
Las vigas de madera también se han empleado para la construcción del armazón del tejado.
En el muro oeste de la torre nos encontramos dos troneras, actualmente tapiadas y con una función imprecisa porque se encuentran frente a las habitaciones y por tanto no tendrían un carácter defensivo, salvo que el enemigo tomara la escalera, en cuyo caso se podría disparar desde allí. Nos sorprende la gran cantidad de ventanas que hay en la torre de homenaje, sobretodo para ser una estructura de carácter defensivo.
Por lo tanto, es de suponer que debieron abrirse mucho más tarde, cuando el castillo no respondía a una función militar y las instalaciones hospitalarias precisaban de buena ventilación. Otro elemento que destaca en la torre del homenaje es la espadaña o campanario, situada en las almenas del lado sur y que probablemente fue realizada en el siglo XVIII .
Las transformaciones y usos a lo largo de los siglos han imposibilitado la conservación de los principales elementos y su distribución primitiva. La estructura interior de la torre del homenaje no tiene nada que ver con el modelo que se concibió en el siglo XII., puesto que gran parte del armazón estaría construido en madera.
La división actual de las estancias corresponde a las reformas del siglo XV, cuando se ejecuta una bóveda en la planta baja y el primer piso, mientras que en el segundo se disponen unas arquerías de ladrillo. El tercer piso estaría compartimentado en tres estancias cubiertas por sendas bóvedas. La capilla De esa misma época data la construcción de una capilla, situada entre la torre del homenaje y los restos de muralla.
La estructura de esta capilla es simple:
Cabecera y planta rectangular con vestíbulo. El interior está cubierto con bóveda de cañón reforzada por un arco fajón, dispuesto para contrarrestar los empujes. Este arco se sustenta sobre pilastras adosadas decoradas con molduras. La cabecera es recta tanto al exterior como al interior, y está cubierta por una cúpula.
El paso de uno a otro espacio se realiza mediante pechinas que además descansan sobre cuatro arcos termales. La unión de ambos cuerpos simboliza la ascensión del mundo terrestre (forma cuadrada) hasta el mundo celestial (forma circular). (Profundizar un poco más en el simbolismo)
La cúpula nos indica que dentro de éste ámbito se encuentra el lugar más sagrado del recinto. Al exterior presenta un tejado a cuatro vertientes que en su día también tuvo que tener un lucernario. Las pechinas en el interior están decoradas con una roseta en el centro, mientras que los tramos de la bóveda que cubre la nave están decorados con una estrella de cuatro puntas y una roseta en el centro y a los lados hay lunetos sin vanos y una decoración de rombos policromos.
El acceso a la capilla se realiza a través de una puerta adintelada y de la que hoy en día apenas quedan restos. La muralla La muralla se sitúa a escasos metros de la torre del homenaje, destacando un pequeño torreón de ejecución posterior. Se realizó en su totalidad en varias etapas constituyendo toda ella una planta cuadrangular con cuatro torres circulares y concéntricas.
El material predominante es la mampostería, y eso proporciona una visión de unidad al conjunto pese a las numerosas etapas constructivas . La sillería se reserva para zonas más concretas, como la puerta de entrada, para señalarla como lugar emblemático. En el muro sur destaca la presencia de un escudo del Cardenal Silíceo sobre una de las puertas de entrada y que probablemente sustituyo a algún emblema de la orden de Calatrava. (Más imaginación en las descripciones, las convertirían en menos técnicas).
El puente
La otra construcción importante de la zona es el puente que conduce al castillo y que data del siglo XII, al igual que la edificación primitiva. Tiene seis ojos que se constituyen mediante arcos de medio punto realizados en mampostería.
http://www.losyebenes.es/pdf/LosYebenes_historia.pdf
Revista Cultura y Ocio
Sus últimos artículos
-
Las Hoces del Cabriel, Cuenca, un Paraje de Ensueño
-
El Archivo Municipal ha incorporado a la misma 244 Fotografías realizadas por Luis García Garrabella, muchas de las cuales fueron editadas como postales en el Siglo XX
-
Los Molinos de Daicán. Tributos pictóricos a un paraje del Tajo
-
Escapate a Segovia un Fin de Semana