Revista Cultura y Ocio

El castillo de saint-chartier

Publicado el 31 diciembre 2015 por Aleon @Aleonpizarro
de Ivo Fornesa.
EL CASTILLO DE SAINT-CHARTIER
Título: El castillo de Saint-ChartierAutor: Ivo FornesaEditorial: RBA Libros, 2015Páginas: 366.
Resumen oficial.
¿Quién iba a sospechar que el vetusto castillo de Saint-Chartier, una fortaleza medieval cuyos orígenes se remontan al S.VII y que se encuentra en la tranquila y tradicional comarca de Berry, podía ser el escenario de un crimen?
El castillo, que había albergado personajes de talla histórica tan imponente como Ricardo Corazón de León, Juana de Arco, y el mismísimo Emperador, en paso fugaz tras la batalla de Waterloo, ha sido recientemente adquirido por un argentino de origen irlandés, cuya misteriosa fortuna parece haberse forjado en lugares exóticos.
El origen de su dinero es pasto de todas las especulaciones posibles y con él se dedica a restaurar el edificio de modo que se convierta en su vivienda permanente, y las dependencias que lo rodean serían habilitadas como museo de sus excéntricas colecciones.
Durante la fiesta de inauguración del recién restaurado castillo, el nuevo propietario aparece muerto en extrañas circunstancias y un residente recién llegado, Laurent de Rodergues, es señalado como principal sospechoso. Por falta de pruebas la gendarmería termina por clasificar las causas de la muerte como fortuitas pero Laurent va descubriendo hechos y situaciones que le inducen a creer que tal muerte no ha sido casual, lo que le incita a investigar. En pocos días la aparición de posibles culpables se dispara y el idílico pueblito que Laurent consideró en un principio como uno más de los muchos lugares encantadores que tachonan la Francia más rural y profunda, demuestra ser un hervidero donde se ocultan negras pasiones y abundantes sorpresas.
Impresión personal.
Me gustaría decir que esta novela no me ha gustado pero mentiría. Es algo complicado describir lo que realmente me ha reportado pero lo intentaré. Dos sensaciones diferentes y contradictorias en cierta manera me ha producido su lectura:

EL CASTILLO DE SAINT-CHARTIER

Ivo Fornesa en su Castillo de Saint-Chartier

En primer lugar, si alguien está buscando como buscaba yo una novela negra, ésta no es su novela porque no creo que sea una novela negra. Ni siquiera tengo muy claro porque esta novela pertenece a la Serie Negra de RBA o porque este verano aparecía como novela negra en el coleccionable de El País. Es cierto que hay una muerte en la novela (¿asesinato, suicidio o accidente?) que no llega a ocurrir hasta la mitad de la misma, allá por la página 160. También es cierto que hay una investigación realizada en profundidad por un vecino del pueblo, una investigación un tanto chapucera, inocente y llena de huecos evidentes para cualquier lector habitual de novela negra como yo. Y eso que ya sabéis algunos que nunca adivino ningún misterio, ni los más sencillos. También, cómo no, hay bastantes sospechosos/as que perfectamente podrían encajar en la figura de asesino porque el castillo de Saint-Chartier está en un pueblo pequeño donde hay muchas rencillas vecinales propias de los ámbitos rurales. Por tanto, hay suficientes móviles que podrían impulsar a algunos vecinos a cometer una muerte violenta en un caso en el que la gendarmería francesa ha dictaminado que ha sido un accidente.
Sin embargo, con todos estos ingredientes, El castillo de Saint-Chartier no me ha parecido una novela negra, ni siquiera policíaca o similar. Más bien diría, en segundo lugar, que es una estupenda novela costumbrista y desde ese punto de vista, y olvidándome de la catalogación de la propia editorial, sí la he disfrutado bastante. En efecto, toda la primera parte de la novela, hasta la propia muerte de uno de los protagonistas, Carlos Shennam, nos va situando en el pueblo de Saint-Chartier donde se ubica el castillo del mismo nombre, que está siendo restaurado para vivienda habitual de Carlos Shennam y su esposa, la japonesa Mayumi Sayotaki y sus hijas. Con el recién llegado al pueblo Laurent de Rodergues, procedente de Chile y heredero del presbiterio del pueblo, vamos conociendo a los vecinos de tan peculiar lugar, sus usos y costumbres, su gastronomía y toda una serie de historias del lugar sobre cada uno de ellos que viven y se alimentan de las habladurías y los cotilleos. Saint-Chartier es un lugar donde resulta imposible mantener un secreto. Todos saben y conocen de inmediato tu vida, tus movimientos y tus relaciones personales además de tus amantes femeninas, si es el caso. Por eso digo, que me ha parecido más una novela costumbrista muy bien escrita que lo que pretende ser una novela negra. Los personajes del pueblo son toda una curiosidad turística en sí misma y me han encantado: Tartarín, el sargento de la gendarmería; monsieur Jancelle, el Alcalde; Le Juanch, el propietario de la taberna La Cocadrille; Solange y Thierry, la paisajista y el leñador; los Monatti, los hippies del lugar; Pía, la arquitecta y Rataille, el constructor; Yael, la ceramista del pueblo; Tonton Boussard, campesino local huraño y siempre enfadado.
EL CASTILLO DE SAINT-CHARTIER
La parte más negra, por llamarla de alguna manera, se desarrolla en la segunda mitad de la novela en la que el protagonista principal, Laurent inicia por su cuenta una investigación, convencido de que la muerte de Shennam no ha sido un accidente sino un asesinato. Como ya he comentado, la investigación me ha resultado sumamente infantil. Basada en una lista de sospechosos del pueblo donde faltan precisamente los que serían los sospechosos más evidentes y un sistema de entrevistas con cada uno de ellos en los que las mentiras y los cuentos son más que claros para el lector, aunque el protagonista pareciera creérselo todo. Sinceramente, si el autor pretendió que su investigador se pareciera algo a Poirot, no lo ha conseguido. Además, la solución del caso queda abierta y llena de interrogantes como si hubiera una segunda parte que desarrollara la última teoría de la muerte del magnate. Yo esperaba que aunque fuera por casualidad, el protagonista diera con la clave del caso aunque mi propia teoría encaja perfectamente. Pero la historia termina con pregunta abierta, así que ya podéis imaginar mi cara al terminarla.
Por lo demás, ya digo que si la novela se toma como lo que es, una novela costumbrista, es una novela agradable de leer, bien escrita, con un lenguaje cercano y ameno y un ritmo muy adecuado para un tipo de novela como ésta. Me ha gustado mucho la ambientación del lugar, de la comarca de Berry, del Castillo. Me han entrado, como siempre ganas de visitar la zona y probar esos excelentes guisos de las tabernas francesas de la zona y esa cerveza casera que se menciona en varios capítulos. Evidentemente, el autor conoce de sobra la zona y el castillo porque reside en él. Por ello, la ambientación de la novela es tan buena. Ivo Fornesa nos cuenta sobre lo que conoce, palpa y degusta todos los días y nos lo transmite con pasión.
En conclusión, ya veis que he tenido dos vertientes con la lectura de la novela pero que la he disfrutado desde un punto de vista que quizás la editora no ha valorado. Es una novela costumbrista bien escrita y entretenida y supongo que, en algún momento, Laurent volverá con alguna que otra investigación tan liviana como ésta. Si pensáis en novela negra, ésta no cumpliría ese objetivo en manera alguna.

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