3. Tengo unas palabras de aliento para todos aquellos que son cristianos celosos. Les pido solamente una cosa: ¡perseveren! No abandonen su primer amor ni se enfríen. Recuerden que “la noche viene, cuando nadie puede trabajar”. (Jn. 9:4) No teman a los reproches de los hombres, no se preocupen por lo que digan u opinen de ustedes. Su preocupación no es lo que los hombres piensen ahora, sino lo que Dios pensará de ustedes en el día del juicio.
