El céltiga afronta un futuro incierto ante la dimisión de su directiva

El Céltiga celebró ayer su asamblea anual de socios en la que el presidente Diego Gondar y toda la Junta Directiva presentaron su dimisión. La razón de la marcha de toda la cúpula directiva atiende a una variación en la organización de las tradicionales fiestas gastronómicas que cada verano se celebran en A Illa, en las cuáles el club del Salvador Otero venía asumiendo en los últimos años la organización de los tres festejos importantes del mes de agosto, que representan el 80% del capítulo de ingresos de la entidad. Según explicó el propio el presidente Diego Gondar, este año otro club de A Illa solicita organizar una de estas tres grandes fiestas, por lo que el Céltiga solo podría ocupar dos fines de semana de agosto, perdiendo una importante partida de ingresos justo la temporada en la que ha vuelto a Tercera División. “No podemos afrontar un año en categoría nacional con solo dos fines de semana de fiesta, no tenemos nada en contra del otro club (el CB Dorna), simplemente entendemos que es imposible afrontar la temporada de esta forma y no estamos dispuestos a hacer un proyecto sin poder después cumplir en los pagos”.
Así las cosas, la directiva del Céltiga se marcha y deja el club en una situación comprometida. El próximo viernes se celebrará otra asamblea para que algún socios tome las riendas de la entidad, “en caso contrario entregaremos las llaves del club en el Concello”. Diego Gondar, que estuvo acompañado por el vicepresidente José Luis Muelle y por el secretario Óscar Río, al margen del resto de componentes de la directiva, un total de 21, matiza que con esta dimisión “no pretendemos hacer una medida de fuerza ni ir contra el otro club, simplemente afrontamos una realidad, el Céltiga en los últimos años se ha caracterizado por desarrollar un modelo para generar recursos económicos, si ahora no podemos darle continuidad no queda más remedio que adoptar esta decisión” . DIARIO DE AROUSA
 LA VOZ DE GALICIA  La directiva del Céltiga dimite y el club se sitúa al borde del abismo