Tras variadas gestiones cursadas por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) ante el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Censo 2012 será el primero de la historia de Chile en consultar sobre aspectos vinculados a la diversidad sexual.
Así lo confirmó al Movilh el Jefe Nacional del Censo, Eduardo Carrasco luego de que el director del instituto Nacional de Estadísticas (INE) Francisco Labbé y el Ministro de Economía, Pablo Longueira, precisaran que incluirán nuevas preguntas luego de recibir indicaciones del mencionado movimiento de minorías sexuales y agrupaciones indígenas, que propusieron incluir las situaciones de hecho y los idiomas manejados, en forma respectiva.
En efecto, y en el marco de un hecho calificado como histórico por el Movilh, el Censo consultará sobre si las convivencias de las parejas son entre personas de igual o distinto sexo, lo que “permitirá dar las primeras luces sobre el número de este tipo de vínculos y, sin duda, servirá para orientar de mejor maneras nuestras propuestas de políticas públicas focalizadas en las minorías sexuales”, sostuvo el activista Rolando Jiménez.
El presidente del Movilh valoró y aplaudió, en ese sentido, “al INE por dar esta histórica señal, tras haber sometido a prueba las consultas sobre las parejas homosexuales, llegando a la conclusión de que esta interrogante no tenía ningún problema o impacto negativo de tipo metodológico o social a la hora de formularse a las personas”.
Junto con recordar que esta demanda “la venimos formulando desde el pasado Censo, mientras que los últimos dos años enfatizamos las gestiones al respecto”, el Movilh sostuvo que “estamos sin duda en presencia de unos de los avances más importantes para la los derechos humanos de la diversidad sexual en Chile y su visibilidad”.
Entre las gestiones cursadas por Movilh se cuentan el envió el 15 de marzo del 2010 de una propuesta a la entonces directora del INE, Mariana Schkolnik Chamudes, “proceso donde contamos con el apoyo del ahora ministro de Defensa, Andrés Allamand”, así como la transmisión de similares antecedentes a la actual cabeza del Instituto Nacional de Estadísticas, Francisco Labbé, en carta del pasado 21 de julio.
Junto con enviar propuestas, el Movilh participó además de un seminario celebrado por el INE donde se abordó el XVIII Censo Nacional de Población y VII de Vivienda, donde se trabajó la necesidad de incluir las consultas, mientras que el pasado 12 de agosto el organismo se reunió con la directora (s) del Instituto Julia Ortúzar y con el jefe nacional del Censo 2012, Eduardo Carrasco.
El Movilh anunció que “desarrollaremos una campaña para instar a las parejas del mismo sexo a responder sin temor sobre su situación de convivencia, enfatizando en que los datos a aportar se mantendrán en la privacidad, ya que el Censo no consulta sobre el nombre o RUT de los encuestados”.
“Sabemos que muchas parejas homosexuales no están aún en condiciones de responder por diversas razones, por eso es necesario desarrollar esta campaña que es además especialmente útil en momentos cuando se discute en el Congreso Nacional la regulación de las uniones de hecho”, redondeó Jiménez.
La campaña, añadió, “también buscará sensibilizar a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales para se inscriban como voluntarios para la aplicación del Censo 2012”, mientras que desde ya “trabajaremos porque en el Censo del 2022 se consulte además sobre la orientación sexual y la identidad de género de todas las personas, y no sólo de los convivientes”.
Argumentación del Movilh ante el INE
A continuación, y por primera vez, se reproducen las argumentaciones que el Movilh proporcionó en diversas ocasiones al INE para que se incluyera consultas sobre diversidad sexual en el Censo 2012
Durante el Censo 2002 uno de los temas debatidos pública y privadamente fue la posibilidad de incluir en el siguiente, en el 2012, una o más consultas que dieran las primera luces sobre la población y cantidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales existentes en Chile.
La necesidad y justificación y de ello se explica entre otros, en los siguientes puntos:
1.- Chile carece de estudios locales que den señales, al menos aproximadas, de cuántos/as parejas del mismo sexo o parejas de lesbianas, gays, bisexuales o transexuales habitan en el país.
2.- La carencia de aproximaciones sobre la materia ha obstaculizado significativamente y de manera sistemática la implementación de políticas públicas y/o legislaciones que apunten a la igualdad de derechos para este sector de la población. Tanto así, que de acuerdo a un estudio del Ministerio Secretaría General de Gobierno, las minorías sexuales han sido en términos históricos el sector menos prioritario en las ofertas estatales de políticas públicas contra la discriminación y a favor de la diversidad social.
3.- Dicha situación no ocurre con otros sectores discriminados, como las mujeres, los jóvenes, los niños y las niñas, las personas con discapacidad o las minorías étnicas o religiosas, todos los cuales además de ser considerados por el Censo, cuentan con ministerios, servicios, políticas públicas o legislaciones focalizadas.
4.- En diversas ocasiones representantes del Congreso o de los variados gobiernos que ha tenido nuestro país desde de la recuperación de la democracia, han explicitado en reuniones con nuestra organización su interés por avanzar en políticas públicas o normas que terminen con las injusticias vividas por las minorías sexuales en los ámbitos de la salud, la educación, el trabajo o la vivienda, entre otros. Empero, uno de los grandes obstáculos para avanzar a ello ha sido justamente la carencia de un catastro local que dé luces sobre cuántas personas se verían beneficiadas con estos cambios.
5.- En la “Carta de Derechos Ciudadanos del INE”, se establece claramente que todo chilena o chilena tiene el derecho a “no ser sujeto de discriminación de cualquier tipo”.
En el mismo texto se señala que “en caso que usted se sienta afectado/a por la vulneración de algunos de los derechos y/o compromisos establecidos en la presente Carta, podrá exponer su situación” para recibir respuesta.
Además se establece que los chilenos y chilenas para “ejercer sus derechos”, pueden realizar “reclamos y sugerencias en caso de considerarlo necesario”, lo cual justamente venimos a formalizar.
7.- En un ángulo similar el “Códigos de Buenas Prácticas de las Estadísticas Chilenas”, adoptado por el INE, establece como uno de los principios “la independencia profesional de la autoridad estadística, respecto de los organismos políticos ya sea reguladores o administrativos, así como de los operadores del sector privado”, una garantía que va justamente en beneficio del levantamiento de informaciones reales y acordes a la realidad del país.
8.- Nuestro país ha cambiado y una de las realidades que han alcanzado gran debate y visibilidad pública ha sido la de las minorías sexuales. Al respecto el mencionado “Código de Buenas Prácticas” señala expresamente que “las estadísticas públicas y oficiales deben satisfacer las necesidades de los usuarios”, a lo que agregamos que entre los mismos se encuentran las lesbianas, gays, bisexuales y transexuales de nuestro país.
Aún cuando los cambios socioculturales experimentados por Chile en las últimas dos décadas han derivado en una aceptación lenta, pero progresiva de quienes tienen una identidad de género u orientación sexual diversa, lo concreto es que todavía la discriminación contra las minorías sexuales persiste de forma grave y para paliar esa situación el rol que puede jugar el INE en el próximo Censo es fundamental.
Tenemos la certeza de que también por la misma discriminación, muchas personas o familias desconocerán que en sus hogares viven lesbianas, gays, bisexuales o transexuales, pero también es cierto que dicho temor es infinitamente inferior al de hace dos décadas, existiendo cada vez más chilenos y chilenas dispuestos/as a dar a conocer su identidad de género u orientación sexual.
Más importante aún, es que cualquier aproximación a esta área, aún cuando exista una cifra negra que desconozca su homosexualidad o transexualidad, será un primer paso para ir corrigiendo las problemáticas descritas, dando al mismo tiempo una primera cifra sobre cuántos lesbianas, gays, bisexuales o transexuales viven en Chile, un conocimiento no menor en el caso de los convivientes en momentos cuando cada vez toma más fuerza la regulación de las uniones de hecho.
Incidirá también el hecho de que el “Código de Buenas Prácticas” del INE establece que “debe garantizarse absolutamente la privacidad de los proveedores de datos (hogares, empresas, administraciones y otros encuestados), la confidencialidad de la información que proporcionan y su uso exclusivo para generar estadísticas”.
Por todo lo expuesto consideramos oportuno incluir consultas sobre la orientación sexual e identidad de género de las personas o de las parejas que conviven.