Hace unos días pude escaparme a Avilés, en Asturias, para conocer el famosoCentro Niemeyer que fue inaugurado este mismo año. Lo paradógico del caso es que se ha abierto y cerrado en un tiempo récord, alegando como causa principal la crisis económica, o al menos eso dicen los gobernantes que ahora han tomado esa decisión, y que se les presenta como perfecta excusa para seguir llenándose los bolsillos sin remordimientos.
El Centro Niemeyer es un centro cultural que surgió como un soplo de aire fresco para la ciudad de Avilés. El proyecto es el único que ha realizado en Europa el reputado arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, y gracias a él se ha rehabilitado la degradada ría de Avilés. Al mismo tiempo ha puesto a dicha ciudad en el mapa, lástima que casi no haya dado tiempo a conocerlo, y se hayan borrado de un plumazo las ilusiones de los asturianos, en lo que a turismo y oportunidades se refiere.
Se abrió al público esta misma primavera, poco antes de las elecciones autonómicas. Resulta curioso, y quizás sea solo una mera casualidad, pero el centro se ha cerrado escasas semanas después de la elecciones generales, por discrepancias relativas a la gestión del mismo. Dicen que es un cierre temporal, pero como para creer a nadie a estas alturas de la película.
La verdad es que tuvimos mucha suerte de poder verlo en sus últimos días de vida, y comprobar la grandeza de la arquitectura contemporánea. Una enorme plaza abierta al mundo, una cúpula blanca como sala de exposiciones, un auditorio que se convierte en escenario abierto ideal para conciertos, así como un excepcional mirador que hacía las veces de coctelería. Todo eso es el Centro Niemeyer, y disfrutar de una mañana recorriéndolo, descubriéndolo y disfrutándolo ha sido un privilegio para mí, puesto que ya no está disponible para que todo el mundo pueda hacerlo. Una verdadera pena.
Ya sólo me queda reivindicar desde este pequeño rincón que se replanteen semejante decisión, y el Centro Niemeyer abra sus puertas de nuevo en un futuro cercano. Sería un auténtico crimen dejar morir un sitio así...