Situaciones de estrés agudo como las que se producen al ver una película de terror obligan al cerebro a reorganizarse y hacen rememorar malos momentos, según revela un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Nueva York (EE UU) y publicado en la revista Science. Para llegar a esta conclusión, Erno Hermans y sus colegas trabajaron con 80 voluntarios que vieron escenas de terror de la gran pantalla, como las de la película Poltergeist. Imágenes de resonancia magnética mostraron que varias regiones corticales y subcorticales se activaban y aumentaban su conectividad por la acción del neurotransmisor noradrenalina, que reorganizaba sus recursos neuronales. Así comprobaron que cuando el cerebro se altera por este tipo de experiencias, nuestros sentidos se agudizan y el temor crea un estado de alerta que fortalece los recuerdos de las experiencias estresantes, aunque perjudica nuestra capacidad de análisis. En este proceso se ponen en acción partes del cerebro involucradas en la reorientación de la atención, el aumento de la alerta perceptiva y el control automático neuroendocrino. Por el contrario, resulta casi imposible "deliberar con calma", concluyen los autores.
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