Uno de mis retos productivos es tomar suficientes pausas.
Necesitamos pausas como mecanismo de mantenimiento de nuestra herramienta principal: la mente. Y, como Paz Garde explica en este artículo, si aprovechamos las pausas para comer algo, seremos aún más efectivos:
La actividad mental esforzada es especialmente acaparadora de glucosa. Cuando estamos realizando una tarea mental que requiere esfuerzo, nuestro nivel de glucosa en sangre desciende. También sabemos que los efectos del agotamiento mental, consecuencia del esfuerzo intelectual, pueden ser compensados ingiriendo glucosa.
Recomiendo leer los cuatro consejos prácticos de Paz y aplicarlos en tu jornada laboral.