WASHINGTON (AFP) – Explorar activamente el entorno y acumular experiencias diferentes estimula el cerebro, que reacciona produciendo más neuronas, reveló el jueves una investigación que arroja nueva luz sobre cómo las estructuras cerebrales moldean la personalidad.
Unos científicos del Instituto Plank de Berlín y del Centro de Terapia Regenerativa de Dresden, Alemania, intentaron establecer el vínculo entre las experiencias y el desarrollo cerebral, para averiguar por qué, por ejemplo, los gemelos genéticamente idénticos y criados juntos tienen personalidades diferentes.
Para ello, observaron 40 ratones genéticamente idénticos encerrados durante tres meses en una jaula con una amplia variedad de actividades y oportunidades para la exploración.
“Estos animales no sólo eran genéticamente similares, sino que además vivían en el mismo entorno”, dijo Gerd Kempermann, profesor de genómica regenerativa en la Universidad Técnica de Dresden y uno de los autores de este trabajo, publicado en la revista Science con fecha de este 10 de mayo. “Sin embargo, este ambiente era tan rico que cada ratón fue capaz de adquirir sus propias experiencias y, después de un tiempo, desarrolló comportamientos cada vez más diferentes en sus actividades”, agregó.
“Y estas diferencias estaban vinculadas con la aparición de nuevas neuronas, las células nerviosas cerebrales, en el hipocampo, la región del cerebro esencial para la capacidad de aprendizaje y memoria”, explicó Kempermann. “El cerebro de los ratones más aventureros, que exploraban más su entorno, producía más neuronas nuevas que el de los que eran más pasivos”, dijo.
– Nuevas neuronas –
Otro grupo de ratones también fue encerrado en una jaula, pero en un ambiente aburrido, sin atractivos especiales. De media, el hipocampo de estos animales presentaba un menor número de nuevas neuronas en comparación con el de los ratones que vivían en un entorno más estimulante.
Cada roedor llevaba un microchip electrónico que emitía señales electromagnéticas que permitían a los investigadores reconstruir todos sus movimientos y evaluar su comportamiento exploratorio.
A pesar de compartir el mismo entorno y ser genéticamente idénticos, los ratones tenían características de comportamiento muy diferente; cada uno respondía de forma muy específica a lo que le rodeaba, dijeron los investigadores. Y estas diferencias de personalidad aumentaron en el transcurso del experimento.
“La neurogénesis, la producción de nuevas neuronas por parte del cerebro, también ocurre en el hipocampo de los humanos adultos”, dijo Kempermann. Para este académico, el experimento con ratones “podría arrojar luz sobre la base neurobiológica de la personalidad, que también se aplica a los seres humanos”.
Ulman Lindenberger, profesor de psicología en el Instituto Plank, dijo que el experimento “sugiere que un ambiente rico y estimulante promueve el desarrollo de la persona y su singularidad”. “Los resultados de nuestra investigación muestran que la neurogénesis contribuye en sí misma al comportamiento y tiene que ver con los procesos de envejecimiento del cerebro humano”, señaló.
Otros investigaciones habían demostrado anteriormente que el ejercicio físico puede fortalecer y acelerar la neurogénesis y la sociabilidad. Sin embargo, el estrés, el abuso de alcohol y una dieta rica en grasas saturadas y azúcar inciden negativamente en este fenómeno.