Ella lo quería y ella se lo tejió. ¡Y nos encanta el resultado! Le vimos un chal así a Sarah de Agulla Llanera, y a mi socia querida le faltó tiempo para pedirle a Sarah medidas y consejos. El patrón súper facilito os lo dejo anotado antes que nada, por si acabais de leer el post y os entran unas ganas tremendas de él. ¡Anotad!
La lana escogida era parte de un tesoro más un descubrimiento. El tesoro llegó de tierras pucelanas hace ya un año. Tres madejas de Summer Tweed de Rowan. Eran 100 gramos en color rojo sangre precioso y una madejita en color tostado. Una mezcla de 70% seda y 30% algodón que es lo más bonito que hemos tenido en las manos de momento. Además, después de conocer la lana Gilda de DMC en nuestra cata con las guerrilleras, se quedó enamorada y enseguida quiso hacer la mezcla. ¡Por fin tenía la lana para su chal!
Manos a la obra y en un plis plas tuvo el rectángulo acabado. Cosió los extremos y está más feliz que una perdiz.
La verdad es que ya está pensando en uno para el verano con hilo más finito, pero este chal es súper fácil y queda muy resultón. Los colores nos encantan y porque no podéis tocarlo, ¡sinó quedaríais prendadas! ¿Os animáis? Contadnos, ¡eh!