Quién no ha escuchado las frases: «El perro es el mejor amigo del hombre» o «entre más conozco al hombre, más quiero a mi perro», y la verdad algo tienen de cierto porque el hombre es el único ser vivo que puede odiar, traicionar, engañar y todo lo que termine en «ar», je je, no así los animales a quienes llamamos seres irracionales.
Las mascotas traen alegría a nuestra vida, y no importa la especie, podemos tener mascotas que naden, vuelen, corran o se arrastren, todas nos brindan compañía, amor y hasta seguridad.
Sin embargo, entre todas las mascotas destaca una especie en particular, una cuyo ancestro fue nuestro enemigo al competir con nosotros por alimento y territorio, me refiero al perro, el cual desciende del lobo.
El perro tiene gran cantidad de razas, los hay chicos, medianos y grandes, de pelo largo, corto y los hay totalmente calvos, también se caracterizan por su carácter ya que hay perros de compañía, de cacería y de guarda y protección.
Pero entre todas las variedades de perros que hay existe una muy particular y es originaria del norte de mi país, México, ¿sabes a cuál raza me refiero?
Claro, a esta:
Que no te engañe su minúsculo tamaño, el perro chihuahueño es una de las razas más agresivas que existen, son muy celosos y territoriales y muerden con gran facilidad, ja ja ja, ¡quien pensaría que estos chiquitines fueran tan bravos!
El chihuahueño o chihuahua es una de las razas de perros más antiguas de América, además de ser considerada la más pequeña del orbe. Existen dos variedades de chihuahuas: el de pelo largo y el de pelo corto.
La crianza de chihuahuas generalmente requiere de algunos cuidados especiales y varias visitas al veterinario porque generalmente las hembras tienen problemas al dar a luz y requieren de asistencia. Los chihuahuas pueden tener anomalías genéticas, usualmente neurológicas, tales como epilepsia y apoplejías. Además también suelen tener problemas oculares dado que poseen grandes ojos los cuales se lastiman frecuentemente.
Sin duda es una especie muy bonita y a pesar de su iracundo carácter suelen ganarse el corazón de propios y extraños. Yo tengo un par, macho y hembra y la verdad los quiero mucho (aunque ellos a mi no, están enamorados de mi esposa).