Durante cinco noches a la semana, las que se comprenden entre el Domingo y el Jueves, se emite a partir, mas o menos, de las doce de la madrugada un programa de televisión, cuya esencia principal está basada en el debate, y más en concreto, en la discusión sobre temas futbolísticos. Ese programa es El Chiringuito, dirigido y presentado por Josep Pedrerol y emitido en el canal Mega.
Pues bien, el programa podía ser un espacio muy bonito, un lugar donde intercambiar opiniones, debatir sobre las distintas jugadas que se producen en cada partido o sobre los cambios tácticos que los entrenadores llevan a cabo. Argumentar, de manera objetiva, cada uno de los contertulios que participan en el programa, sus posiciones respecto a los distintos aspectos que mueven el fútbol. En definitiva, un programa que podía ser muy útil para aprender de fútbol. Sin embargo, el programa más que un espacio de debate serio se ha convertido, y permitirme la comparación, en el Sálvame del fútbol. Los tertulianos, más que expertos o periodistas, parecen en muchos casos hooligans, radicales y forofos. Personas, que dependiendo que equipo juegue ven una cosa u otra, o mejor dicho, quieren ver. Personajes que hablan bien o mal del arbitro si este ha perjudicado o ha ayudado a su equipo. Y este es un punto importante dentro del programa. Durante el tiempo que dura la emisión, la mayor parte del mismo se lo pasan discutiendo sobre aciertos y errores arbitrales, en vez de hablar de fútbol, algo que, en mi opinión no mejora en nada la calidad del programa.
Por último, creo que este tipo de programas está bien, porque no hay que olvidar que el fútbol es seguido por millones de personas. Sin embargo, pienso que también es cierto que estos programas viven de la polémica en vez de hablar de fútbol. Aunque, quizás sea esto lo que a la gente le interesa, y por eso dichas emisiones tienen tanto éxito y están durante años en antena. Porque, cambian los decorados, cambian el presentador, cambian el canal, pero el formato y la esencia llevan años en antena, y no tiene pinta de que esto vaya a cambiar.