El verano implica desconexión y relajo para muchas personas. Pero independiente del destino que se escoja, salir de casa implica tomar ciertos resguardos, especialmente relacionados con el mundo cibernético. La delincuencia está mutando y el cibercrimen está lejos de tomarse una temporada de descanso.
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Nunca está demás hacer una copia de seguridad. Es más probable dañar o perder el teléfono o el notebook mientras se está de viaje, que estando en casa. Además, permitirá reducir la cantidad de datos que portamos en los dispositivos, mejorando también el rendimiento. En Sophos siempre repetimos un lema sencillo pero eficaz: “La única copia de seguridad de la que te arrepentirás es de la que no hiciste”.
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Cifrar los dispositivos. La mayoría de los smartphones actuales vienen cifrados de fábrica, pero esta protección va a depender de tener un código de bloqueo difícil de suponer por un intruso, ya que es el que se utiliza para acceder a las claves de cifrado y descifrado de base. Se recomienda evitar código de desbloqueo fáciles, más bien deben ser originales y largos, de al menos 10 dígitos. También es recomendable practicar su uso regularmente antes de salir de viaje para que podamos recordarlo fácilmente.
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Transacciones electrónicas. Tal como en fechas de altas compras, si hubiera que realizar una transacción de forma electrónica, se recomienda que sea con una tarjeta de prepago o débito, y de esta forma limitar el riesgo de estar vinculado a otras cuentas. Todo descanso implica protección, y lo mejor es revisar regularmente los movimientos bancarios desde una red segura, para detectar a tiempo cualquier situación sospechosa.
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Información digital en otro país: Si las vacaciones son fuera de Chile, es importante considerar que en muchos controles fronterizos se reservan el derecho de pedir al visitante que desbloquee sus dispositivos electrónicos como condición de entrada, e incluso en algunos lugares, pueden hacer una copia forense de toda la información acumulada en el dispositivo. En otras ocasiones pueden solicitar dirección, número de teléfono, correo electrónico e incluso perfiles en redes sociales. Frente a esto es recomendable comprobar los requisitos de entrada del país de destino y, si no te gustan, puedes optar por no llevarte todos tus dispositivos o minimizar la huella digital, descargando información en copias de seguridad, borrándola del dispositivo y restaurándola después a la vuelta. Nadie viaja con todo su vestuario, ni con todos sus ahorros ni con todos los documentos oficiales que posee, no hay razón por lo tanto para viajar con todo tu historial digital en el celular.
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Redes públicas ¿Son realmente un peligro? Es relativo, pero es mejor estar preparados y si fuera ineludible usarlas, se recomienda aplicaciones con un cifrado adecuado y accediendo solo a webs con URLs que empiecen por [https://]https://, abreviatura de “HTTP seguro”. Algunos servicios en determinados países exigen instalar un certificado digital especial (por razones de “seguridad o reglamentarias”, por ejemplo), lo que significa que casi seguro “podrán” espiar la navegación mientras estás en el país e incluso después. Una alternativa es comprar una tarjeta SIM local con un plan de datos de prepago, aunque la mayoría de los países exigen a sus proveedores de telefonía lo que se conoce como instalaciones de “interceptación legal”, por lo que un plan de datos móviles no es realmente anónimo, aunque hayas comprado una tarjeta SIM temporal en una tienda.
Cuidado con los computadores públicos. Es usual que en hoteles o aeropuertos haya computadores o tótems de uso público para simplificar actividades tan cotidianas como imprimir una tarjeta de embarque o explorar sitios de interés cercanos al destino. Si fuera inevitable, se recomienda entregar la menor cantidad de datos posibles. Estos dispositivos son utilizados regularmente por muchas personas, y tendríamos que confiar plenamente en todas ellas.