¿Mi hijo tiene piojos? y si los tiene, ¿qué puedo hacer? Estas son las primeras preguntas que los padres se harán cuando su pequeño llegue a casa quejándose de que siente picores en la cabeza. Por ello, y para poder afrontar el problema con conocimiento, será importante conocer el ciclo vital de estos parásitos.
Los piojos son insectos que ponen huevos, es decir, son ovíparos, su alimentación se basa en la ingesta de sangre y viven en el cabello de los seres humanos, apareciendo sobre todo en la zona de la nuca y por la parte trasera de las orejas.
Suele decirse que el colegio es el lugar más frecuente donde los pequeños se contagian, ya que, suele afectar en mayor medida a niños con edad escolar, entre los 5 y 11 años. Pero lo cierto es que el contagio puede producirse en cualquier momento y estación. Usar el mismo peine o cepillo, así como, colocarse un gorro o sombrero de una persona con piojos... son algunas de las formas más simples de contagio.
El ciclo de vida de los piojos
El ciclo vital de estos insectos suele durar entre 30 y 40 días y dentro de este periodo este parásito pasa por tres estados: liendre, ninfa y piojo adulto. En primer lugar, la hembra pone el huevo o también denominado liendre, en la base del cabello, aproximadamente a 1 o 2 mm del cuero cabelludo, siempre a menos de 6mm. Suelen ser blancas o amarillentas y poseen una forma oval. Cabe destacar que las liendres se sujetan a la base del pelo con la llamada "saliva del piojo", una secreción que las adhiere fuertemente al pelo. A veces suele confundirse a estos huevos con restos de caspa o de productos para el pelo como lacas, espumas...
A la semana, de estos huevos nacen las ninfas. Se caracterizan por su color grisáceo. Son los piojos jóvenes y se alimentan de sangre. Finalmente, una vez que pasan otros siete días, se convierten en piojos adultos.
Una vez que ya están en el estado adulto se caracterizan por tener un tamaño mayor, como una semilla de sésamo y son de color grisáceo o blanco. Suelen colocarse cerca de la superficie del cuero cabelludo porque así mantienen una temperatura corporal elevada. Normalmente viven treinta días en la cabeza de la persona infectada pero si se caen, solo podrán sobrevivir como mucho dos días, ya que necesitan alimentarse.
Una vez que alcanzan el estado adulto se produce la distinción entre machos y hembras. Éstas últimas son más grandes que los machos y, una vez que son fecundadas, ponen al día entre 4 y 8 huevos. De este modo, en cifras, la hembra durante su ciclo vital puede llegar a poner hasta 300 huevos.
Ninfas y piojos
Asimismo, dentro del ciclo vital del piojo, se pueden distinguir dos fases: el periodo en el que el piojo es ninfa y se alimenta de sangre pero no se reproduce aún y una segunda, en el que las hembras ya pueden ser fecundadas y ponen un gran número de huevos que, una vez nazcan, harán que el ciclo comience de nuevo.
Ante una infección, existen numerosos productos en farmacia, herboristerías, supermercados...aunque, lo más importante será un diagnóstico precoz, ya que habrá que asegurarse de que esa picazón viene provocada por este tipo de contagio. Por ello, lo primero será proceder a un examen exhaustivo de la cabeza. Es cierto que las liendres a veces resultan difíciles de localizar, pero será importante mirar bien sus cabellos para que, en caso de que sí que exista esa infección, se pare el ciclo vital del piojo, ya que, una vez adulto, empezará a poner huevos sin cesar.