Título: El cielo ha vuelto
Autora: Clara Sánchez
Editorial: Planeta
Género: novela contemporánea
Páginas: 384
Publicación: 7/10/2013
ISBN: 978-84-08-13248-6
Patricia es una joven modelo de pasarela cuya vida parece marcada por el éxito. En un vuelo de trabajo conoce a Viviana, su compañera de asiento, que le advierte que tenga cuidado porque alguien de su entorno desea su muerte. Descreída y nada supersticiosa, cuando Patricia regresa a la felicidad de su hogar decide olvidarse de esta recomendación sin fundamento. Hasta que una serie de fortuitos accidentes, que afectan a su trabajo y a su vida privada, la llevan a buscar a Viviana para encontrar una explicación a estos sucesos.Tenía pendiente leer esta novela desde que salió publicada tras ganar el Planeta pero algunos comentarios que fui leyendo y escuchando (tibios, cuanto menos, o directamente nada positivos) fueron haciendo que la dejada aparcada en la estantería, aun a costa, incluso, de no cumplir mi propio Reto Mujeres Laureadas del año pasado. No quería decepcionarme con Clara Sánchez, una escritora que nunca lo hace y a la que tengo gran aprecio, así que lo fui dejando y dejando. Hasta que "la obligación" se ha impuesto al temor a ser defraudada: Clara Sánchez visitaría Azuqueca el 15 de enero para hablar, entre otras, de su última novela... y yo no iba a ir al encuentro sin haberla leído. Y así fue cómo El cielo ha vuelto fue rescatada, por fin, de la estantería.
Quizá por todo lo que he contado, mis expectativas estaban en suspenso y, tal vez por ello, he disfrutado de la novela más de lo que pensaba. Creo que es una obra muy de Clara Sánchez: una novela que parece sencilla, con una historia sin demasiadas complicaciones argumentales (creo que solo Lo que esconde tu nombre podría librarse de ser considerada así) pero que oculta en sus interior muchas reflexiones interesantes.
Reflexiones como lo poco que conocemos (a veces) a quienes comparten la vida con nosotros, aunque creamos lo contrario. A Patricia, la protagonista de la obra, le pasa con casi todos los que la rodean: a partir de la advertencia de Viviana (con quien coincide en un turbulento viaje en avión y le advierte de que alguien quiere hacerle mal) pone en cuarentena todas sus relaciones, en busca de ese alguien que no la quiere como ella cree. Y eso hace que vea lo que la inercia, o la costumbre, o el cariño asentado no le dejan ver, la verdad que se oculta detrás de las rutinas y del día a día.
En este sentido, me ha gustado mucho que Sánchez haga hincapié en esas veces que creemos que lo estamos haciendo bien y no es así, esas ocasiones en la que estamos convencidos de que estamos amando al cien por cien, de que nos estamos entregando al máximo, y en el fondo lo único que estamos haciendo es ocultar nuestro egoísmo, reconvertido en altruismo, generosidad o deber. Me ha gustado que nos haga reflexionar sobre la sobreprotección, sobre el asfixiar a alguien con el propio amor que le das o con la manera de dárselo.
En el fondo, hay mucho egoísmo y mucho chantaje emocional en la novela. Todos los personajes tienen su lado egoísta y Sánchez no nos hurta esa visión utilitarista del mundo, en la que unos nos aprovechamos de otros en busca de cariño, prestigio o dinero. Es verdad que algunos personajes quedan exclusivamente retratados siguiendo estas directrices (madre del amor hermoso, qué familia tiene Patricia. Menos mal que empezó a ganar dinero pronto porque si no, no sé qué hubiera sido de ellos. ¿O son como son porque Patricia los mantiene?), lo que potencia esa sensación de relaciones personales ensuciadas por el interés. Pero la autora también nos muestra a esas personas que no se dan cuenta del mal que están haciendo, que creen que están obrando correctamente cuando no es así, aunque lo cierto es que el paisaje general de esta obra es bastante negativo.
Quizá por eso me ha gustado tanto la evolución de Patricia, un personaje al que se le cae la venda de los ojos a lo largo de la novela y acaba viendo la realidad (incluida a sí misma) tal cual es y no como la ha visto hasta el momento. Creo que el hecho de que sea ella misma la que nos cuenta la historia favorece esa transformación, puesto que la narradora nos da una visión de sí misma (la que ella cree que es) que no se corresponde con lo que, a medida que avanza la obra, otros personajes nos van mostrando de ella. O, vamos, le van mostrando a ella misma también.
Este narrador en primera persona también nos presenta al resto de los personajes desde el punto de vista de Patricia, por lo que tampoco llegamos a conocerlos del todo. ¿Son tan egoístas como parece? Quizá ellos también tengan otra cara pero la autora optó por este enfoque, lo que viene a potenciar, nuevamente, esa imagen un tanto negativa del ser humano que tiene la novela en general.
Al punto de vista narrativo solo le tiro de las orejas por no haberme permitido conocer un poco más a Viviana, un personaje que creo que tiene una historia detrás digna de haber sido contada. Me he quedado con ganas de conocerla más, de entrar un poco más en su corazón, de leer su sufrimiento y sus dudas.
Un personaje que propicia otras dos reflexiones de la novela: el poder de lo oculto o, quizá mejor, el poder que le otorgamos a lo oculto y a lo esotérico y la unión que sentimos por algunos desconocidos solo por haber compartido con ellos un mal momento.
Además de todo lo dicho hasta ahora, también quedan reflejadas en la novela reflexiones sobre la tiranía del aspecto físico, el éxito y el fracaso (¿qué es éxito y qué es fracaso? ¿Y en qué ámbitos importa más triunfar o fracasar?), los sacrificios y caprichos del arte o, como siempre ocurre en las obras de Clara Sánchez, qué relación hay (o puede haber) entre el lugar en el que vives y cómo eres.
Y, por encima de la historia, de los personajes, del punto de vista narrativo y del premio ganado, está el estilo de Clara Sánchez, lo que realmente me conquista en cada nueva novela. Tiene una manera de escribir que parece fácil, sencilla, pero que oculta frases hermosísimas y pensamientos que subrayo libro tras libro. Creo que, tanto en su forma de escribir como en sus historias, Clara Sánchez es engañosa: parece menos de lo que es. O quizá pueda decirse que tiene varios niveles de lectura. O que llega a unos lectores más que otros. Sea como fuere, a mí me ha convencido. Una vez más.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto Genérico: 1(1novela contemporánea)/40
- Reto 25 Españoles: 1/25
- Reto Autores de la A a la Z: (S) 1/24
- Reto Mujeres Laureadas: 1