ll término “sigaro” deriva de la palabra en lengua maya “zicar” y más recientemente de la palabra española “cigarro”, que indica un elemento incandescente de buen perfume.
Propio en estos períodos de fuertes campañas que prohíben los cigarrillos, el cigarro se vuelve elemento cultural y estilo de vida, una suerte de ritual que los cigarrillos no pueden ofrecer.
En particular modo, el ojo de los apasionados está dirigido sobre el cigarro Toscano que, a diferencia de los cigarrillos clásicos y rubios, constituye un rito menos complejo y más adaptado a la realidad de la vida y el trabajo.
El Toscano puede durar mucho, apagado y prendido varias veces, los aromas y los perfumes liberados durante el acto de fumar son plenos, con cuerpo, típicos de este sigaro. Las variedades comercializadas son muchas.
Por este motivo la lluvia mojó completamente la carga de tabaco y cuando el responsable de la manufactura se dio cuenta, decidió tomar las hojas mojadas, acomodarlas y hacerlas secar, allí donde estaban.
Estas hojas de tabaco se fermentaron, se confeccionaron con ellas pequeños “sigari “y se vendieron por poco dinero en los días sucesivos. Con el dinero ganado de esta venta, calmaron la ira del Granduca. La cosa más extraña fue que este cigarro tuvo un suceso enorme, increíble respecto a la venta normal de los cigarros de la época…no sólo por el buen precio, sino sobre todo por el sabor más intenso.
Se decidió entonces pasar la producción de Florencia a la ciudad de Lucca donde todavía hoy se produce en un ex-convento ubicado dentro de la “mura” de la espléndida ciudad.
Alguno que haya tenido la suerte de estar en Lucca, seguramente habrá pasado por el Piazzale Verdi y sentido el perfume del tabaco….
Manifatture Sigaro Toscano, después de pasar de los Monopoli di Stato al grupo British American Tobacco Italia, en el 2006 ha pasado a ser parte del Gruppo Industriale Maccaferri, con la misión de desarrollar todas las actividades ligadas a este símbolo indiscutible del “made in Italy”.
LA FABRICACIÓN DEL TOSCANO. El cigarro Toscano, producido con una variedad de tabaco llamado Kentacky de producción nacional y proveniente de los cultivos de las regiones centro-meridionales de Italia, como Umbria, Campania, Basilicata, está constituido de una faja externa y del relleno.
Después de la cosecha, las hojas transcurren largos períodos de estacionamiento, en los cuales está prevista la fase de la degradación de la clorofila foliar y del posterior amarronamiento, dado por la oxidación de los componentes vegetales.
Sucesivamente las hojas son atadas en grandes manojos, expuestas a la humedad intensa, fermentación y secado, hasta llegar a un correcto estado para ser seleccionadas.
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