Revista Opinión

El cine de oro mexicano y la cultura machista

Publicado el 10 enero 2020 por Carlosgu82

La Época de Oro fue un periodo en la historia del cine mexicano, el cual se convierte en el centro de las películas comerciales de Latinoamérica y habla hispana. A lo largo de la década de los años cuarenta el cine mexicano vivió un esplendor, ya que ganaba gran relevancia en el ámbito internacional.

Estas escenificaciones mostraron las carencias de la sociedad mexicana a través de melodramas urbanos que también tuvieron gran presencia. Fue de esta amplia variedad de contenidos de las que emergieron aquellas figuras emblemáticas como Pedro Infante, María Félix, Jorge Negrete, Dolores Del Río, Luis Aguilar, Sara García, Pedro Armendáriz, Los hermanos Soler, entre otros grandes actores y actrices. 

Esta gran época del cine mexicano plasmó parte de la cultura mexicana posrevolucionaria a través de lentes de lujo y escenografías hechas a mano. Una cultura a lo macho, con todos sus matices sexistas y de roles genéricos.

El machismo no fue excepción en esta época de oro en el séptimo arte, pues representó uno de los elementos más vistosos de su contenido. En él se veía incorporado un modelo clásico de macho mexicano, el cual trataba a la mujer de manera inferior, la humillaba y maltrataba. La mujer era plasmada como una persona sumisa, recatada, y dedicada al hogar y la crianza de los hijos. Dentro de estas películas se representaba también un modelo de familia, en donde el hombre era la máxima autoridad, y se cumplía solamente su mandato.

Si bien las películas son una historia ficticia, muchas veces marcan tendencia cultural y social. La violencia contra las mujeres y el machismo en el cine mexicano son una realidad del entretenimiento nacional, y no es tema de hoy.

El séptimo arte tenía casa en México y se desenvolvió con naturalidad y cadencia, expresándose a sí mismo y a la cultura mexicana. Las prácticas del cine mexicano durante la época de oro contribuyeron al fomento de la cultura machista.

En esta cultura, el cine de oro mostraba a las mujeres dentro de un estereotipo de mujer sumisa e indefensa, sin ser tomada en cuenta al momento de tomar decisiones, además de que eran consideradas como propiedad de sus parejas. La cultura machista dentro del cine de oro mexicano impulsaba las conductas de violencia en los hombres, dando la idea a la sociedad de que las mujeres podían ser tratadas como objetos, se les podía faltar al respeto e incluso maltratarlas físicamente. 

Esta época del cine en México nos dejó un gran legado no solo de películas sino de íconos tanto masculinos como femeninos. Sin duda alguna, los roles poseían características muy marcadas, las cuales traspasaron la pantalla chica. 

Dentro de la gran selección de películas mexicanas que existen, podemos encontrar algunas que muestran una cultura machista bastante desarrollada y ejercida no sólo por los actores, sino que se convirtió en un reflejo de la sociedad en esos tiempos. 

Es indiscutible el hecho de que no existiera una gran influencia en la sociedad después de que estos modelos de familias mexicanas en donde los hombres eran vistos como figuras dignas de respeto y que además inspiraban miedo; si tenían el control total de su hogar, su mujer y las decisiones que se tomaban en su familia, eran reconocidos y puestos en un pedestal por su excelente desempeño masculino. Eran vistos como una especie de logros el hecho de mandar y ser obedecido, especialmente por la mujer, ya que era bastante común que durante la época en que el cine de oro estaba en la cúspide de su éxito, este estereotipo fuera aceptado, adoptado,  e incluso celebrado en la sociedad. 

Las representaciones que nos ofrecieron las distintas películas, actores y actrices de esta gran época del cine en México, sin duda, fueron la semilla que daría fruto a una gran construcción social totalmente machista. Fue el factor que impulsó la conducta irracional, violenta y dominante entre los hombres. 

A pesar del gran valor que tiene esta época para México, lamentablemente fue un entretenimiento que construyó de manera tan rígida dos estereotipos que a la larga, quedaron muy afianzados en nuestra sociedad. Roles de género que dividieron a hombres y mujeres, y que les dieron un estilo de vida poco satisfactorio.  

El séptimo arte en la gran época de oro en México fue una de las máximas influencias en la sociedad para que se marcaran de forma contundente los estereotipos y roles de género.  

La cultura machista comenzó a predominar, y a enraizarse de manera profunda, tanto fue su desarrollo, que alcanzó un crecimiento exponencial en nuestra sociedad, pues no solo fue durante esta época en donde el cine mexicano de oro nos ofrecía historias melodramáticas donde la mujer sometida obedece sin replicar, sino que este comportamiento se fue inculcando o heredando generación tras generación, hasta llegar a estos tiempos actuales. 

La sociedad imita lo que se le ofrece, aprendemos de manera visual, y adoptamos estereotipos que van formando nuestro carácter y que además comienzan a formar y moldear nuestra personalidad. Esos hombres y esas mujeres que hicieron suyos el papel de dominante y sumisa, son meramente un producto adquirido por una industria cinematográfica, que con o sin intenciones de adoctrinar y promover dichas conductas, fue la base que ahora sostiene una tiranía patriarcal donde el prototipo de hombre es ser violento, con un sentimiento de superioridad, y un carácter y apariencia que inspira cierto temor, ya que la mujer, aún bajo un perfil dócil, prefiere mantenerse al margen y evitar provocaciones y desobediencia. 

Claramente, se ha desvanecido en una cantidad mínima, pero esta cultura ha persistido a lo largo de los años. Aún existen familias en donde se sufre violencia intrafamiliar, y en su mayoría, hacia la mujer, pues esta lamentable conducta ha sido aprendida desde el momento en que nuestros antepasados, abuelos y bisabuelos se criaron con una idea de superioridad, con una especie de adoctrinamiento observada y ejemplificada desde la televisión. Este patrón repetitivo solamente ha causado temor y sometimiento hacia la mujer, la cual, en la época de nuestras abuelas y bisabuelas fue uno de los principales problemas hacia su autoestima, su integridad tanto física como emocional. En esas épocas, la mujer debía aguantar con firmeza los maltratos propiciados por el hombre. 

El machismo representado en el séptimo arte en México fue uno de los tantos factores que lo detonó,  aunque no se le debe atribuir la total responsabilidad como la causa principal de la formación de una sociedad que ha sido dominada desde tiempos antiguos  por el hombre «macho» estricto y tirano. 

Afortunadamente, estos tiempos han presentado cambios favorables, pero el machismo aún se posiciona en un rango mucho más alto que el valor y el respeto que las mujeres merecen. Se ha comenzado una revolución femenina, donde las mujeres finalmente alzan su voz, reconocer su valor como ser humano, y empiezan a exigir respeto y un trato digno. Ahora, la mujer ha despertado, y en su empoderamiento, lucha arduamente para que este problema social pueda arrancarse de raíz. 

Bibliografía:

Escobar Silva; Juan Pablo. (2011). La Época de Oro del cine mexicano: la colonización de un imaginario social.

Rodríguez Morales, Zeyda. (2014). Machos y machistas. Historia de los estereotipos mexicanos.


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