El 31 de Octubre de 1971, en Archidona, provincia de Málaga, tuvo lugar un caso de eyaculación que Camilo José Cela y Alfonso Canales calificarían como: "la insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona".En ese divertido libro se cuenta que una pareja de novios estaban viendo en el cine del pueblo una película musical de moda en la época. En algún momento, motivado por alguna escena, aunque no se sabe con precisión por qué, ella comenzó a hurgar en la cremayera del muchacho, calificado por el juez como "consentidor" y hasta generoso. La voluntad de ambos se hallaba centrada en el goce y la ejecución de ella fue espléndida en palabras de Cela: "honra y prez de la patria y espejo de patriotas".
Así resume Alfonso Canales el momento culminante:
"El caso es que, en arribando al trance de la meneanza, vomitó por aquel caño tal cantidad de su hombría, y con tanta fuerza que más parecía botella de champán, si no geiser de Islandia".Lo cierto es que el chaparrón seminal salpicó a los espectadores de la fila trasera e incluso a los de la posterior... Se armó un gran alboroto, alguien enciende la luz, la novia enrojeció al verse sorprendida; una señora de la alta sociedad estalla en gritos al descubrir gotas de semen en su cabello... Todo se añade al proceso que se abre y donde salen a colación la honestidad y la moral, que Agustín Cela, la fuente que nos ha guiado, señala como una "simpática anécdota de los últimos años del franquismo".Camilo en su carta a Alfonso Canales, el 7 de febrero de 1972, escribe:"Bendito sea Dios Todopoderoso, que nos permite la contemporaneidad con estos cipotes preconciliares y sus riadas y aún cataratas fluyentes. ¡Amén! ¡Viva España! ¡Cuán grandes son los países en los que los carajos son procesados por causa de un siniestro!".Fuentes:Libro de Oro de las curiosidades