Como viene siendo una tradición con fecha fija en la agenda, el Club Bildelberg vuelve a reunirse y esta vez en Sitges. Que a ese Club pertenezcan personalidades influyentes del mundo de los negocios o la política, es sobradamente conocido. Que en sus reuniones con carácter reservado, hablen de todo lo que les apetezca, que puedan marcar la agenda de gobiernos, empresas o que al menos lo intenten, puede estar hasta dentro de lo posible. Pero lo que hoy pongo encima de la mesa es, si se confirma la presencia de Zapatero, algún ministro o inclusive la Reina Sofia (asidua del grupo), que asisten y actúan en razón al cargo que ocupan o que representen, debo denunciar y reclamar que dicha presencia se entiende injustificable, si cuanto dicen o escuchan queda en el ámbito de lo privado. Los cargos públicos o institucionales, no pueden actuar como personas o entidades privadas en ningún caso y bajo ninguna excusa, la responsabilidad del puesto que ejerce y de la representación que ostentan hacen incompatible su actuación como personas privadas o anónimas. Por lo que todo lo que digan y oigan pertenece a lo público, de lo contrario se estaría usando el cargo para fines personales y sería causa suficiente como para ser censurable y reprobar su actitud.¿Pero que pinta Zapatero, Moratinos, Solbes, Solana, o la Reina Sofia?, ¿ de que leches hablan?.
Señores ¿que clase de circo es éste?
Fotografía: André Kertész