Se trata de la opera prima de Pilar Casasus
Antes de comenzar con la novela, queremos conocer a su autora. ¿Cómo llegó al mundo literario?
Llegué al mundo literario por pura casualidad. Si bien es cierto que desde que era adolescente siempre tuve en mente escribir una novela sobre historias cotidianas, experiencias vividas, etc., jamás lo intenté en serio. Pero a raíz de que mi amiga Helena Gutiérrez Espí se decidiera a escribir su novela Unos baklava por amor, me dije” y por qué no intentarlo” y así empezó la historia de El círculo de Miriam.
El círculo de Miriam es su primera novela, ¿nos puede hablar de cómo surgió?
Sí, lo es. Surgió en un periodo vacacional en el que necesitaba desconectar del mundo del Derecho. Quería escribir una historia que nos hiciera reflexionar sobre muchas cosas sin pretender ser algo excesivamente serio y de difícil lectura. Cosas de plena actualidad, aunque no sean nuevas, como la violencia y opresión a la que están sometidas muchas mujeres. El racismo y la xenofobia. El punto de encuentro entre las religiones cristiana y musulmana. El sentido de la vida…
Hemos visto que no está contenta con algunas sinopsis que hay. ¿Qué resumen de la trama haría usted?
Bueno, en realidad eso se debe a que la editorial con la que publiqué y con la que no estoy satisfecha en absoluto, remitió una sinopsis que no se correspondía con el contenido de mi libro a la página de Amazon. La sinopsis decía que mi novela era un manual para ligar y comprenderá que ni es un manual, ni da consejo alguno en ese sentido, de ahí mi descontento. Aunque actualmente ya ha sido solucionado el incidente.
La novela versa sobre una mujer que llega a los 40, como muchas personas, sin una red sólida familiar y, ante el vacío existencial que atraviesa, decide someterse a una terapia psicológica. El tema de la terapia es circunstancial y solo sirve para justificar la trama, no es porque yo crea en esta clase de terapias alternativas ni las recomiende, ni mucho menos. El caso es que la terapia le hace ver que desconoce todo sobre sus orígenes y le impulsa a iniciar un viaje en busca de información sobre sus antepasados. Así se inicia la novela y es el punto de partida del viaje que transcurre a caballo entre España y Marruecos.
¿Qué destacaría del proceso creativo?
Pues no sé qué decirle, quizás, como le comenté antes, que la novela pretende ser amena, de fácil lectura y sin grandes pretensiones. Trato de alejarme de esa escritura enrevesada, recargada y llena de giros que a veces acaba resultando vacía de contenido. Quiero con el fondo llamar la atención sobre la posibilidad de que la carga genética no sea solo física y de que es posible que muchas de nuestros miedos, tristezas y malestares puedan tener origen en el pasado.
Pero no solo esto. También en el hecho de que en nuestro país las raíces de la cultura árabe son profundas como lo son las genéticas. Existe una indiscutible influencia y muchas cosas que nos unen al país vecino. Creo que es importante reflexionar sobre esto porque quizás nos ayudaría a acabar con la idea de invasión y amenaza inconsciente que produce en el imaginario colectivo todo lo que tenga que ver con el islam, lo árabe o “el moro/a”, término, este último, que no es de mi agrado por el carácter peyorativo con el que se utiliza de forma habitual.
¿Hay elementos autobiográficos o de personas que conozca?
Creo que siempre hay elementos autobiográficos en las cosas que escribimos. Sea porque las experimentamos o porque le ocurrieron a alguien cercano. En mi caso, mi familia materna tiene sus raíces en Andalucía, y a parte de esa familia los conocían como “los moros”. Mi abuelo materno llevaba el apellido Expósito, apellido que yo no tengo porque fue cambiado posteriormente en el Registro Civil. También he de decir que conozco la ciudad de Tetuán en la que he vivido y que también me sirvió de inspiración, incluso uno de los personajes del libro era mi suegro, Ali Nakhcha director del Centro de Bellas Artes de esa ciudad.
Como ve, alguna coincidencia hay.
El siguiente paso es dar a conocer el libro, ¿cómo llegó a Alkalima?
Porque desde hace años soy amiga de las personas que crearon esa plataforma y colaboré en ella con un par de artículos.
¿Ha quedado satisfecha con vuestra colaboración?
Sí, por supuesto, toda colaboración es buena y siempre uno debe ser agradecido con quien trata de echarle una mano.
Hoy Día de Reyes, ¿para qué tipo de lector sería un buen regalo?
Para cualquiera que esté dispuesto a leer dejando un poco al lado sus prejuicios. Creo que en esta lectura se vislumbra de alguna manera una forma de pensar contraria a la violencia de cualquier clase y, en especial, la que las sociedades patriarcales ejercen de forma sistemática contra la mujer, crítica con el golpe militar del General Franco y la Guerra Civil española. Respetuosa con el islam, tolerante en general. Quien tenga otras ideas es mejor que no lo lea porque no le va a gustar.
También hemos visto, en la página del Facebook dedicada al libro, que está muy al tanto de los comentarios que hacen los lectores de El círculo de Miriam. ¿Qué le aportan esas opiniones?
Sinceramente, no he recibido apenas ninguna. Quería saber si la novela resultaba interesante, amena, si iba por buen camino o me había equivocado al escribirla. Vamos, supongo que como cualquier autora novel.
Si las ha habido, ¿qué tal ha llevado los comentarios menos favorables?
La gente que no me ha dicho nada después de leerla he asumido que no fue de su agrado. Pero bueno, afrontándolo, al fin y al cabo no soy escritora de profesión y esta es mi primera novela.
Pensando en el futuro, ¿hay algún proyecto literario en él?
Aunque pensé en la trama de una segunda novela y la comencé a escribir, tengo por ahora aparcado ese proyecto, dado que tengo que dedicar todo mi tiempo a preparar las oposiciones para ascender en mi carrera profesional.