Nina es una bailarina anorexica, que a toda costa. Quiere triunfar en el mundo del ballet, queriendo llegar a ser una de las más grandes. Para ello, es elegida para hacer de reina cisne en el Lago de los cisnes. Pero su ambición la hacen separar del mundo real. Viviendo su mayor pesadilla, donde su único enemigo sera ella misma.
Sin duda es una de las mejores interpretaciones que he podido ver de Natalie Portman. Transmite al espectador belleza, intriga, pasión, penuria, odio, ambición. El vestuario, el maquillaje la aran una verdadera bailarina, que volara sobre el escenario. Un verdadero poema que transmite al espectador, las vibraciones que ella dentro de su papel. Se la estarán negando en todo momento. Pero el recorrido no va solo de si misma. Va de todo el infierno que se crea consigo misma. Adulterado por la anorexia, y una madre, que la enjaulo. Como si fuera una niña de por vida. Una historia dramática donde el sueño de ser una gran estrella del baile, la llegara a costar totalmente su salud. De la realidad a la locura, de la pasión a la obsesión. Todo va enlazado cuando uno tropieza más de un lado que del otro. Y si se pierde el control es cuando, se convierte en todos y cada uno de sus males. Por otro lado, tambien valorar las interpretciones de sus compañeros de reparto. Como l de Lily (Mila Kunis), su compañera del teatro,o el director del ballet, Thomas (Vincent Cassel), que por su actitud me recuerda a el doctor House. Sobretodo a la hora de sacar todo lo bueno y lo malo, de la joven bailarina. A la cual la falto algo más...
Un cisne negro con un Oscar bien merecido.
Nota.-9/10