Escritora: Jean Marie Auel (Primer libro de la saga “Hijos de la Tierra”)
No hace mucho podría pensarse que nosotros éramos la única especie humana que alguna vez existió y existe en la tierra, y que los fósiles encontrados formaban, si acaso, parte de los distintos eslabones de nuestra cadena evolutiva.
Fascinante que en los años 50 se llegara a la conclusión de que algunos de esos restos fósiles, siendo humanos, no lo eran sin embargo, de nuestra misma especie, sino de otra especie humana diferente, y lo que es más sorprendente, que durante al menos 5.000 años, esa otra especie humana estuviera compartiendo el planeta con nosotros.
Se sabe que tenían cerebros tan grandes o más, incluso, que los nuestros; que vivían organizados en grupos de 30 individuos más o menos; que cazaban; recolectaban; enterraban a sus muertos; tenían sus rituales; hacían uso de sus propias herramientas, y remedios curativos procedentes de las plantas; así como que compartían la compasión característica de nuestra especie, ya que del estudio de los restos encontrados se puede interpretar que tuvieron que cuidarse unos a otros. Estos otros humanos fueron los neandertales.
La escritora Jean M. Auel, fascinada por los descubrimientos que la segunda mitad del siglo XX trajo consigo, se plantea en 1980 recrear en una novela, las interpretaciones que desde arqueólogos, antropólogos y otros expertos le llegaba, dando vida a unos personajes del paleolítico, que si bien puede contener enfoques que pudieran resultar a veces algo desafinados, en su conjunto es de lo más didáctico por conseguir contagiarte del interés por esta etapa “tan prehistórica”.
El escenario escogido es la Península de Crimea, donde actualmente existen al menos tres yacimientos neandertales, y la trama desarrollada en la novela es así mismo fantástica, porque para comparar ambas especies, recrea la vida diaria de un grupo de neandertales, que por accidente tiene que acoger en su clan a uno de nosotros: una niña de nuestra especie.
Esta niña se llamará Ayla, y con ella empieza una saga que en su conjunto es una maravilla por su capacidad descriptiva y detallista, así como por enfermarte con la pasión de conocer sobre una etapa de la prehistoria tan inagotable en preguntas, como el destino que el futuro les tenía reservado, sobrevivir o extinguirse: “Ambos «sapiens», ambos dominantes durante algún tiempo, la brecha que los separaba no era grande, pero la sutil diferencia de sus cerebros creaba un destino muy diferenciado” ”condenados a seguir el camino del mamut lanudo o del gran oso cavernario”
Como despedida, un recordatorio a modo de broma, que conviene tener en cuenta cuando observamos al de al lado nuestro: Se sabe que nuestro ADN contiene genes de esta otra especie, probablemente por cruces que ambas especies “disfrutaron” en el pasado. Esto también quedará reflejado en la novela, así que de alguna forma, esa otra especie no ha desaparecido del todo, y puede estar más cerca de lo que creemos.
¡Así que ojo con los de arcos ciliares, frentes retranqueadas y barbillas prognatas!.
NOTAS:
- Los personajes neandertales de la novela están basados en la interpretación de los hallazgos de individuos neandertales encontrados al norte de Irak en la cueva de Shanidar.
- Teniendo los cerebros el mismo tamaño, o incluso el nuestro menos, es sin embargo la diferente forma del mismo, que lo hace hábil de diferentes formas. Por ejemplo, nuestro cerebro posee unos lóbulos frontales que no tenía el neandertal, áreas dedicadas al razonamiento, más allá de la memoria adquirida; el de ellos, sin embargo estaba mucho más desarrollado en la parte posterior del mismo, áreas que controlan la visión, las sensaciones y la memoria almacenada.
- El nombre neandertal viene por el hombre encontrado en la cueva Feldhofer, en el valle (thal) del río Neander, en Alemania, cerca de Düsseldorf.
- De todos los yacimientos neandertales descubiertos, España es el más rico en ellos, todo un farde nuestro clima, antes y ahora, por lo que se ve. He aquí la lista para viajeros curiosos: Lista de yacimientos neandertales.
- Aproximadamente: Neandertal (100.000-40.000 años); Nosotros (45.000 años hasta ahora)