Los clásicos pueden suponer un punto de inflexión en las carreras de los jugadores que participan en ellos. En el caso del jugado el 25 de octubre en el Bernabeú, estos son los jugadores que se beneficiaron de una buena actuación en un escenario de máxima exigencia.
Casillas: El capitán blanco está siendo discutido por razones deportivas y extradeportivas. En este análisis, como casi siempre en la página, vamos a centrarnos en las primeras. En el gol culé pudo hacer poco, un fallo en cadena de la defensa posibilita un tiro claro para uno de los mejores delanteros del mundo, Neymar, que ajusta el disparo perfectamente. Posteriormente, tiene un error con el pié al quedarse un despeje en la defensa, que lo subsana alejándolo a zona no peligrosa. Aparte de estas 2 acciones, todo aciertos, incluídas 2, una ante Messi y otra ante un disparo lejano de Mathieu, de mucho mérito. Se rumoreaba que Ancelotti le iba a dejar hasta el clásico sin cuestionarse su titularidad. Ayer Iker, le dio razones para permanecer en su puesto.
Mascherano: El mejor jugador visitante ayer, rápido y certero en todas sus acciones. Sostuvo al equipo en la segunda parte, ante las contras blancas, sólo falló en el tercero blanco, donde no se entendió con Iniesta.
Isco: Partía como titular ante la baja de Bale y el malagueño lo aprovechó perfectamente, aportando, justamente, lo que se le requería, trabajo defensivo y claridad con el balón. La recuperación del tercer gol es obra suya, es una de esas acciones que le encantan al Bernabeú, que terminó rendido ante el jugador internacional por España.
James: Gran parte de la mejoría en el ataque estático madridista vino motivada por el juego del colombiano, cuando comenzaban las estampidas blancas, James ofrecía una conducción inteligente o un pase horizontal, que lograba mejorar la jugada. A esto se le suma la claridad de ideas en la zona de la mediapunta, dónde menos tiempo hay para pensar.
Benzema: Otro gran partido del francés, leyendo perfectamente lo que necesitaba el equipo en todo momento. Redondeó con gol, su gran carencia, que, aún con todo, le permite firmar unas cifras importantes. Es maravilloso ver cómo se mueve entre líneas, cómo elige entre conducir o hacer paredes y cómo pone pausa en lugares donde el resto se ponen nerviosos. Es un jugador que, quizá, no haya llegado a su techo, si sigue mejorando puede no tener límite. Tendrá que, para ello, mantenerse con un nivel como el actual.