Joel Mezafue a ver Solteras -como buena parte de los cinéfilos nacionales lo han hecho en las últimas semanas- y encontró el siguiente cliché:
No hay mal que dure cien años...: En las películas, los aniversarios de matrimonios maduros sólo se celebran para dar pie a que alguna de las parejas en la historia autorreflexione y truene. Nunca hay una fiesta de aniversario de bodas que exista por sí sola en la película o que lleve la historia por otro camino que no sea una separación, como lo comprueban los papás de Cassandra Ciangherotti, estos días, en Solteras.
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