Revista Cine
Joel Meza propone el cliché:
"No me eches la sal". En las películas, nadie le agrega sal a la comida a menos que necesite subrayar sus palabras con una acción, por lo que al sacudir el salero sobre el plato, lo hará de manera sumamente escandalosa. Nunca he visto a nadie hacer eso en la vida real, a menos que de veras odie a sus coronarias... Dos ejemplos: el gordazo y estúpido mafioso Tony Vivaldi (Anthony Quinn) lo hace siempre que tiene frente a sí un plato de espagueti (es decir, cada vez que aparece a cuadro) en la menospreciada El Último Gran Héroe; en la reciente Julie y Julia, el esposo de Julie (Chris Messina) literalmente vacía el salero sobre un plato de boeuf bourguignon ante los incrédulos ojos de la desconsolada Julie (Amy Adams).