Revista Cine
Joel Meza propone:
¿En tu elevador o en el mío?: Normalmente todos usamos los elevadores para ir de un piso a otro en un edificio, sin mayor trámite. Pero en las películas, los ascensores son el lugar de reunión por excelencia, ya sea para una atrevida cita romántica, para que el héroe (o el malo) escape de sus captores o, mi favorita, para que el malo amenace en privado al muchacho chicho. Ejemplos hay pa' tirar pa'rriba (para elevar, pues). El más sobresaliente este año se puede ver en El Secreto de Sus Ojos, donde Campanella monta un ménage à trois con todas las de la ley.