"La vida es un chiste, no hay mejor manera de explicarlo, un chiste malo. Comparto la visión budista según la cual la vida es sufrimiento, sólo que hay modos de salvarse de él; el más importante para mí es el humor. Es algo que aprendí de mi padre. Cuando desplumaba a un matón en una partida de póquer y veía que su integridad física corría peligro, lo desarmaba contándole un chiste” Citando a Mary Karr en Babelia
Se puede ir al inferno y volver. Mary Karr es el ejemplo. Con que la mitad de lo que cuenta en el libro sea verdad, y todo apunta a que sí, anima la posibilidad de ver cómo se puede sobrevivir a una infancia como la suya y terminar siendo -más o menos- una persona normal.
Tiene mérito enfrentarse a un pasado como el suyo (padre bebedor, madre psicótica casada siete veces, víctima de una violación...) con un humor que hace soportables las barbaridades que cuenta y con una prosa fresca de la que es difícil cansarse.
Un libro fantástico.