El club del Cupcake de Clara P. Villalón
Espasa · 280 · 9788467040029Goodreads · BookDepository
Entusiasta, temperamental y con una talento fuera de lo común para la cocina, Silvia tiene muy claro lo que quiere: abrir un pequeño obrador de repostería con el que ganarse la vida.Pero tiene todavía más claro lo que no le gusta: no entiende la moda de los cupcakes ("esas magdalenas raras", que diría su abuela), no va a enredarse en una relación amorosa (para eso ya está su amiga Casilda) y, desde luego, no piensa presentarse nunca, jamás, ni de broma, a uno de esos concursos de cocina de la televisión.Sin embargo, SIlvia descubrirá que el camino hacia los sueños tiene desvíos inesperados.
OPINIÓN
Hoy, queridos tinteros, hablemos de cupcakes, o como dice la abuelita de Silvia, "esas magdalenas raras". Para empezar bien la semana nos vamos a sumergir en las recetas más originales de cupcakes: con roscón de Reyes, con té, quesada, limón o un buen cupcake de croquembouche. Y es que, con este libro no sólo disfrutaréis de una historia fresca, sencilla y amena, también podréis añadir las recetas a vuestro cuadernillo. ¿A qué esperáis (:
Conocemos a Silvia, que tras pasar por la universidad decide que lo suyo es la cocina, el delantal y el cuadernito de la abuela con todas las recetas de postres tradicionales, porque lo que ella quiere es traer de vuelta esos postres que quedaron en el olvido. Sin embargo, la vida nos depara sorpresas y Silvia acaba metida de lleno en el mundo del cupcake. Es así como crea el Club del Cupcake, con su mejor amiga Casilda y con otras personitas que pasarán a ser una parte importante de su vida. Nuestra protagonista va haciéndose un hueco en la repostería, adquiere trabajos complicados con una gran responsabilidad, como trabajar para la gran Sabrina y sus eternos eventos. Silvia también conocerá la competencia en el cupcake de oro, un programa para elegir el mejor cupcake. Se enamorará, aunque lo negará cientos de veces, pero en el fondo sabe que es el chico elegido para ella.El club del Cupcake ha sido una lectura más que agradable. Ágil y muy entretenida, una historia perfecta para estas fechas y como ya he dicho, para reutilizar en la cocina creando deliciosos cupcakes con los que sorprender a nuestros amigos, conocidos, familia, parejas o mascotas ;).
Los personajes caen bien desde el principio. Silvia es una chica que no sabe estar quieta, con un gran corazón y que pasaría horas y horas en la cocina creando nuevos postres. Es decidida y amable, aunque también tiene carácter y a veces habla sin pensar...luego vienen los arrepentimientos.Martin es el chico de la historia. Un pijito algo prepotente que acaba conquistando a Silvia y quitándose esa máscara de niño "mimado". Veremos que realmente hay otro gran hombre detrás que debemos conocer.
La historia de amor es adorable. Va creándose poco a poco, sin prisas, no veremos pasión desenfrenada, más bien una relación muy...dulce ;).
La autora ha sabido combinar la dosis de amor y acción, sin que resulte pesado. Mientras avanzamos en la vida de Silvia deseamos saber más, conocer más detalles, adentrarnos más en su intimidad, en su día a día.
También encontramos a un "villano" que consigue hacer una copia de un cupcake de Silvia, ¿quién será el ladrón de la receta?Toda la historia está narrada en primera persona por Silvia, así que es el personaje del cual tenemos más información. El estilo sencillo de la autora hace que sea más ligera la historia.
En definitiva, una lectura agradable, perfecta para estas fechas. Una historia que se lee bastante rápido y que disfrutaréis de principio a fin. ¿Acompañaréis a Silvia en la creación de los cupcakes?
Quiero destacar que a través de esta novela conocemos muchos gustos de la autora. Ese aire british y vintage que me enamora, por ejemplo y que ha hecho que me resulte más atractiva la historia según iba leyendo. ^^-¿Y vamos a dejar aqui mis cupcakes? -pregunté horrorizada.
Entonces sentí como Martin clavaba su mirada en mí y como se le dibujaba una sonrisa irónica en esa cara de surfero medio inglés.
-¿No me digas que has traído cupcakes para las bodas de oro de mis padres? -se le escapó una risotada-. El caso es que te pega todo que hagas cupcakes.
-Salados, cupcakes salados -maticé.
-Eso también te pega. El toque irónico. "Soy una chica de cupcakes, pero cuidado, los míos son salados".
Ahí quise matarlo.