Revista Salud y Bienestar

El CNPT pide a senadores y diputados que resistan las presiones de última hora de hosteleros e industria tabaquera

Por Fat
La fase final de la tramitación de la ley del tabaco está poniendo a prueba a los parlamentarios españoles, en la medida en que no cesan –e incluso se han redoblado en los últimos días- las presiones para que la norma siga la pauta de la anterior y contemple excepciones para fumar en el sector del ocio.
El argumento recurrente de los hosteleros es que la prohibición de consumir tabaco en todos los establecimientos de ocio, sean grandes o pequeños, reducirá su cifra de ventas y por tanto destruirá empleo.
Ése es el caballo de batalla en el que llevan montados desde hace meses, sin importarles que los hechos se empeñen en contradecirles (las ventas se han mantenido estables en aquellos países donde el proyecto español es ya una realidad) e incluso les dejen colgados en el vacío, puesto que si hay que hablar de repercusiones económicas, bueno será recordar que los costes sanitarios y sociales asociados del tabaco supusieron el año pasado el 1,5% del PIB (16.476 millones de euros para ser exactos), una abultada factura que, por cierto, recae sobre las espaldas de todos los españoles.
-La pelota, en el Senado
Los miles de médicos y profesionales sanitarios que nos agrupamos en torno al Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), pedimos a nuestros legisladores que resistan las acciones de persuasión, por llamarlas de algún modo, que está ejerciendo sobre ellos la industria a través de las asociaciones de hosteleros.
En definitiva, y en concreto, instamos a los senadores que actualmente estudian el informe aprobado por la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados a que se comprometan con lo ya apuntado en él, en vista de que –así lo vemos nosotros- nos acerca a las más modernas legislaciones mundiales y asume los compromisos adquiridos con la ratificación en 2004 del Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS.
Este martes acabará el período para plantear enmiendas en el Senado a lo ya previsto en el Congreso, por lo que hasta entonces no saldremos de dudas acerca del grado de eficacia que han tenido las tremendas presiones de las que estamos siendo testigos estos días.
En el CNPT somos optimistas sobre el resultado final, aunque no tanto para desconocer que el intento de colocar a España en el grupo ya numeroso de países con legislaciones protectoras de los fumadores pasivos, corre un cierto riesgo de naufragar en algunos puntos esenciales.
De hecho, sabemos muy bien que otros países en circunstancias similares a la nuestra no han podido culminar el cambio legal por la intolerable intromisión de sectores pro-tabaco ayudados por entornos políticos proclives a la corrupción democrática. Hablamos de la parálisis o retrocesos legislativos que han tenido lugar en Rumania, Polonia, Chequia, Bulgaria…
Por el contrario, los estados que han logrado legislaciones mas avanzadas son aquellos que presentan mayores niveles de transparencia: Noruega, Suecia, Finlandia, Irlanda, Reino Unido...
-El "modelo" español
No nos engañemos: el interés desmedido de las tabaqueras por que la legislación española contenga excepciones (cubículos para fumar) no procede tanto de los temores de la hostelería como de la manipulación que hace de ello la industria tabaquera a fin de imponer un determinado modelo en otros de países europeos y latinoamericanos.
El llamado modelo español, consistente en clasificar a bares y restaurantes en función de la superficie y excluir a los locales pequeños de la regulación en nombre a la libertad de elección del empresario, ha sido exportado a países latinoamericanos como Chile y Guatemala.
El resultado de este ineficaz e interesado modelo es que, por lo que se refiere a España (y según los datos del Eurobarómetro de 2009), el 93% de los bares y el 86% de los restaurantes españoles continúa llenos de humo de tabaco. La enmienda de los cubículos para fumar va en esa misma dirección para hacer fracasar la Ley.
-En el "tiempo de descuento"
En este contexto los diputados y senadores siguen recibiendo inusitadas presiones para colocar en el tiempo de descuento determinadas enmiendas que debiliten la ley o permitan alguna fisura que se pueda agrandar en el futuro y mermar su capacidad de proteger la salud de las personas mediante el mantenimiento de su exposición al humo de tabaco ajeno.
Hasta el momento la Comisión de Sanidad del Congreso ha hecho un excelente trabajo y han mostrado un nivel de honestidad y responsabilidad digno de la soberanía popular a la que representan. Después de escuchar a todo el mundo, han mostrado más sensibilidad por los asuntos de salud y el interés general que por los intereses particulares y privados ligados a poderosos sectores económicos. El CNPT espera y desea que siga siendo así hasta el final del proceso legislativo en beneficio de la salud pública y del bienestar de todos los ciudadanos españoles con independencia de su actitud personal respecto al tabaco.

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