Damon Lindelof está viviendo una edad dorada. Desde que finalizara Lost, aunque no de la manera más acertada, los encargos para confeccionar los scripts de los grandes proyectos, como han sido el caso de la venidera secuela de Star Trek o de Prometheus, le caen del cielo. Recientemente, se ha sabido que el guionista está llevando a cabo 1952, una producción secreta de Disney junto al director de Misión Imposible IV, Brad Bird. Parece que el tipo echa de menos el medio que le lanzó a la fama y retorna a la pequeña pantalla para llevar a cabo su propia serie, que realizará para la Warner, estudio con el que ha firmado por tres años y por el que ha rechazado a ABC, porque, según el susodicho, ve más complicado trabajar en un modelo de televisión por cable. Lindelof aún no tiene claro lo que va a hacer, pero no quiere una sci-fi. El escriba ha declarado que "probablemente no va a ser el tipo que cree las próximas Mad Men o Breaking Bad, aunque me encantan. Lo que me apasiona de la televisión es el personaje basado en la narración y quiero seguir explorando la manera fantástica de hacerlo, donde los personajes vivan en un mundo que es un poco sesgado". Al menos el chico no parece pretencioso.
Vía Collider
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