El coaching se ha establecido de manera sólida como una de las principales filosofías para aplicar en el entorno de las empresas con la intención de transmitir valores positivos entre el equipo. Las organizaciones se ven muy beneficiadas por su introducción, dado que es capaz de potenciar el desarrollo de los empleados y de llevar a cabo un proceso de cambio positivo y eficaz. Con el coaching las empresas están más preparadas para afrontar situaciones complejas, haciendo gala de una mayor competitividad y reflejando en el día a día una mayor fortaleza a todos los niveles.
Aplicar técnicas de coaching en tu negocio
Aplicar una estrategia fortalecida en coaching en la gestión de la empresa debe planificarse como uno de los puntos clave en el fortalecimiento de los equipos de trabajo. El coaching se encamina hacia potenciar el rendimiento de los empleados en distintas facetas, haciéndoles más capaces de afrontar las tendencias de cambio. En un momento en el cual el mercado empresarial es cada vez más voluble, con clientes de mayor exigencia y menos lealtad hacia sus proveedores, es necesario saber anteponerse a los cambios. Resulta valioso disponer de un alto nivel de flexibilidad y de adaptabilidad al mercado, contando con capacidad para poder desenvolverse en un mercado que muestra cada vez mayor agresividad.
El coaching, implementado desde la posición de liderazgo, puede marcar la tendencia a seguir por los empleados y por las distintas piezas que forman el motor de la compañía. Un fuerte compromiso por parte del líder sabrá implementar el coaching de manera que los empleados se vean contagiados por esta fórmula y que puedan ser más eficientes en todos los procesos de su trabajo. Esto también fomenta la gestión de equipos de trabajo más unidos y comprometidos, cuyo efecto directo en el día a día es una mejora en el rendimiento y la competitividad.
Pero para que un sistema de coaching pueda llegar a proporcionar los máximos resultados a una empresa es fundamental que se aplique directamente sobre su cultura. Las empresas tienen que ver la importancia de introducir el coaching en su ADN más profundo para que se extienda después a todos los departamentos. Incorporar el coaching debe ser un proceso inherente que se aplique desde la base y que trascienda en la identidad de la empresa.
Aplicar las prácticas de coaching dentro de la filosofía de la empresa produce una serie de beneficios asumibles desde el primer momento. Contando con este elemento como factor diferencial las empresas se ven beneficiadas por un mayor carácter para la innovación y la adaptabilidad. Pueden, gracias al coaching, desarrollar una agilidad que les permita seguir con firmeza en el mercado por mucho que la situación cambie o que se encuentren ante dificultades. Es por ello que cada vez más empresas adoptan el coaching como una competencia que deben introducir en su cultura, algo que siempre tiene que estar presente más allá de ser un recurso de uso ocasional.
No hay que olvidar nunca ciertos factores y circunstancias que hacen del coaching la filosofía adecuada con la que incorporar frescura y capacidad de desarrollo a la cultura empresarial. El coaching siempre debe ser un elemento considerado primordial y de primer orden en la compañía. Permite crear líderes más conscientes y preparados para que éstos instruyan a su equipo en un trabajo más comprometido y eficiente. Se reducen los miedos y preocupaciones, así como se incrementa la lealtad. Instruir el coaching como medio de desarrollo lleva a que se fomente el clima de armonía entre los distintos miembros de la empresa, sin importar sus rasgos y características, dado que todos trabajan bajo la cultura de la empresa organizada alrededor del coaching. Al mismo tiempo, este tipo de cultura empresarial ayuda a que el compromiso de todos los miembros de la organización sea mayor.
Tal y como estipuló John Whitmore en su decálogo del coaching, la empresa mejora a distintos niveles por medio de la implementación de esta filosofía. Se consigue un mejor desarrollo personal, el aprendizaje mejora en todos los aspectos y las relaciones de los empleados pasan a un siguiente nivel. También es posible beneficiarse de ideas más creativas, de recursos que resultan de una mayor productividad y de una tasa de respuesta sin importar la situación con capacidad de alcanzar los mejores resultados.
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