Revista Coaching

El Coaching y el rol del psicólogo: los pacientes y las empresas.

Por Gabrielschwartz

Pocos son quienes saben la cantidad de veces que me cuestioné - y me cuestiono - acerca de mi "doble identidad", clínica y laboral.
Desde que me recibí de psicólogo, en 1986, intervine en ambos "rubros". Mientras me formaba en el área clínica con excelentes especialistas en "niños y adolescentes" y hacía mis primeras experiencias con pacientes del hospital y unos pocos "particulares", trabajé en la empresa familiar que se dedicaba a la provisión de personal eventual, búsqueda y selección de ejecutivos y prestación de servicios en Recursos Humanos.

Como si una actividad excluyese a la otra, invertí energía y tiempo, en mantenerlas separadas. Desde sostener una dirección de mail para las consultas clínicas y otra para las empresas, hasta no aceptar como "contactos" a pacientes que me contactaron por Linkedin, o tener tarjetas de presentación diferentes, según la necesidad. Un verdadero esfuerzo que reflejaba (y sigue reflejando: para que engañarme diciéndome que ya está superado el tema ?) mi propia dificultad de integrar estos dos mundos. Sin embargo, la misma práctica va poniendo en orden lo que parecía correr por carriles paralelos.

Creo que mi mayor experiencia - en cuanto a cantidad de casos - en el ámbito de la psicología para empresas, la adquirí evaluando a candidatos/aspirantes a un nuevo puesto.
Puedo aventurar un número de más de 2500 (!!) evaluaciones psicotécnicas realizadas . Entre individuales y grupales, desde operarios a Gerentes Generales...
Este trabajo me permitió, y me permite, conocer a las personas que trabajan, a sus futuros jefes, a las compañías, sus necesidades y particularidades. Y, sin duda, no podría llevar a cabo esta práctica si no contase con una buena experiencia clínica que me ayuda a entender las historias, motivaciones y características personales de una manera integral y lograr una síntesis entre estructura, factores de personalidad y el perfil laboral.

A medida que voy interactuando con las empresas y prestando nuevos servicios, me doy cuenta que mi función - mi valor agregado, en términos "empresariales" - también es escuchar, entender, acompañar, desarrollar posibilidades y promover una vida laboral y personal sana, rica, interesante y motivadora. En este sentido, el coaching, es un ejemplo ideal para poner en acto la potencialidad de mis conocimientos teóricos, vocación y experiencia.
En términos generales, lo que se espera de un psicólogo es similar en la mayoría de los campos en los que aplica su práctica. Lo que puede variar son las herramientas a las que apela y, sobre todo, qué entiende cada profesional por "vida laboral y personal sana, rica, interesante y motivadora".
También, en este aspecto, se repite el esquema: cada persona y cada empresa deberá evaluar si se siente cómoda y adhiere a los valores del consultor.


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