Revista Insólito

El codependiente: un rehén de los otros

Por Rferrari @saludigital

El codependiente: un rehén de los otros

La persona codependiente necesita  asumir responsabilidades en la vida de los que la rodean, al punto de sentirse incómoda y desamparada cuando está sola. Esto ocurre debido a su dificultad en poner límites. Cuando termina una relación importante, busca con urgencia otra a la que proporcionar el cuidado y apoyo que cree que el otro necesita, para reforzar así su propia autoestima.

Rechaza el hacer peticiones, incluso las más razonables  al tiempo que subordina sus propios deseos a los de aquellos a los que dice proteger.

En suma,  la necesidad de conseguir la aprobación de otros es su meta meta y para alcanzarla, la persona codependiente está dispuesta a aceptar situaciones con las que está en desacuerdo.

La sensación de necesitar de otros llega a ser tan intensa que aparecen sentimientos de malestar cuando, por lo que sea, la persona tiene que permanecer sola; sensación que se agrava cuando sospecha que la van a abandonar.

El término codependencia surge en la década del 70 al principio centrado en el ámbito de la dependencia al alcohol y los malos tratos, para describir la actitud adoptada por algunos familiares respecto al paciente.

Básicamente, se caracterizaba por el reforzamiento de las  conductas adictivas o desadaptativas del paciente que parecían más una expresión de la necesidad de seguir siendo un cuidador-víctima permanente para así mantener la propia identidad que un genuino apoyo al otro para ayudarlo a superar sus problemas.El principal obstáculo en reconocer la codependencia radica en el elevado refuerzo social de estos comportamientos,  sobre todo en el caso de las mujeres,  porque existe una visión social relacionada con la idea de que una de las funciones de la mujer es el cuidado, la dedicación y la protección de los demás miembros de la familia, especialmente de los más necesitados.

Es claro el caso de las cuidadoras informales de personas mayores cuyas vidas llegan a girar enteramente en torno a su padre o madre mayor y dependiente, eliminando cualquier otra opción de ayuda para sentirse útil e imprescindible; es el clásico: “Nadie lo/la entiende/cuida/quiere como yo”. Su existencia como persona autónoma desaparece para asumir enteramente la de “cuidador”

El codependiente  llega a hacer del otro su obsesión; es una persona que cree que su felicidad depende de otras personas o persona en particular, controla la vida de la gente que – cree-lo necesita para estar “bien”, por eso es común que terminen en relaciones con personas conflictivas o adictas al alcohol, el juego o las drogas.

El codependiente: un rehén de los otros

Timmen Cermak establece unos criterios para diagnosticar un trastorno codependiente:

  1. La propia autoestima depende de la capacidad para controlar al otro y a uno mismo
  2. Asume la responsabilidad de satisfacer las necesidades del otro al tiempo que excluye satisfacer las propias
  3. Ansiedad  y problemas de límites respecto del espacio privado del otro
  4. Tendencia a establecer relaciones con personalidades difíciles, dependientes de sustancias, personalidades impulsivas  u otros codependientes
  5. Compulsiones y consumo de sustancias (ej. psicofármacos)
  6. Hipervigilancia
  7. Depresión
  8. Tendencia a deprimirse, a negar o tergiversar hechos, o controlar emociones (con o sin estallidos de angustia)
  9. Antecedentes posibles de abusos físicos o psicológicos
  10. Estres derivado del miedo a las enfermedades físicas
  11. Ha permanecido en una relación con un adicto a sustancias por más de dos años sin buscar ayuda externa

Las siguientes preguntas pueden ser de ayuda para identificar si una persona es codependiente:

1) ¿Está actualmente en una relación con alguien que abusa del alcohol o las drogas?

2) En caso afirmativo ¿Desde cuando?

3) ¿Ha buscado algún tipo de ayuda?

4) ¿Ha sufrido algún tipo de abuso?

5)¿Ha sido acusado alguna vez de cosas que no ha hecho?¿Muy a menudo?

6) ¿Ha pensado que tenía que ver con algo que usted ha hecho?

7) ¿Comparte frecuentemente lo que pasa en su familia con amigos o conocidos?

8) ¿Ha tenido que excusar con frecuencia la conducta de algún miembro de su entorno cercano?

9) ¿Se siente responsable por la felicidad de la gente de su entorno cercano?

10) ¿Tiene miedo de que lo abandonen?

11) ¿Tiene a menudo la sensación de que “no es suficientemente bueno”?

12) ¿Es usted un jugador, comprador, bebedor, compulsivo?

13) ¿Se siente cómodo hablando de sus sentimientos?

14) ¿Como se siente en este momento?

15) ¿Sufre de ansiedad?

16) ¿Ha recibido alguna vez tratamiento por problemas mentales o emocionales?

Es difícil que alguien co dependiente pida ayuda para sí mismo: siempre es “para el otro”. No obstante,  se puede trabajar intentando analizar cuanto de esa conducta esconde un profundo desamparo gestado en etapas tempranas en que los adultos que debían cuidar no lo hicieron. Es un lento camino hacia la recuperación de la autonomía y la autoestima para dejar de usar la negación como estrategia.


Archivado en: psicopatología, psicoterapia, psicoterapia de pareja, relaciones que enferman Tagged: alcoholismo, co dependencia, cuidador, dependencia, jugador, pareja

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