Opinión personal:Dejando de lado los sentimentalismos, creo que es necesario entrar directo en lo que debemos.
Siendo sinceros, me parece que es en este libro donde comenzamos a ver un poco de monotonía por parte del personaje principal. Descubrimos que es mucho más fuerte de lo esperado, que a por momentos se enfrenta a sus miedos con tanto empeño que nos hace sentir que se está convirtiendo lentamente en un super héroe. Eso no me agradó demasiado porque el autor le quita un poco de credibilidad, además de humanidad, a Langdon. Pero, fuera de eso, me parece que el personaje está tan bien desarrollado como siempre, con esas características que lo hacen particularmente llamativo. Mi único problema radica en que sigue tienendo problemas con mujeres, no con la misma, pero si esos ligeros traumas con las relaciones femeninas. Por si fuera poco, la única débilidad que podría decir que lo hace medianamente humano es su siempre presente claustrofobia. En pocas palabras, no existe una evolución muy notoria, pero no por eso el libro deja de valer la pena.
Ahora bien, hablando de la trama, nuevamente, Brown nos sorprende con un thriller que nos mantiene al borde del asiento todo el tiempo. Y por todo me refiero a TODO el tiempo. Con una trama maravillosamente bien creada, hace gala de su mente brillante y su ser conspiranóico que esta vez nos lleva por Francia en la búsqueda del Cáliz de Cristo. Así de sencillo y fácil.Lo cierto es que nuevamente nos sorprende con teorías increíbles basadas en datos históricamente reales, con personajes secundarios que ayudan genialmente a la trama y el avance de la historia. Volvemos a desarrollar una noche y poco más en todas esas páginas, lo que nos garantiza descripciones detalladas de obras de arte, lugares y sensaciones, además de unos cuantos flashbacks de varios personajes. A este respecto no tengo mucho que decir, el paisaje que nos pinta Brown es tan rico como en su entrega anterior y nos hace disfrutar a cada segundo de la lectura, llevándonos a ese punto del globo donde nos quiere tener. Sin lugar a dudas su manera de escribir nos hace viajar. Eso es algo que puedo garantizar.
Ya para acabar con esta corta reseña, me parece que el final, nuevamente, es inesperado, al grado de que, al leerlo, nos quedamos de una pieza por la pura impresión. Por si fuera poco, y esto es algo que debo mencionar, nos regala un epílogo épico que, al menos a mi, cuando lo leo nuevamente, me vuelve a poner la piel de gallina.Recomendado para todo el público que desee un reto mental de los grandes, con misterio, suspenso, algo de miedo (quizá un tanto infundado de mi parte) y todo lo bueno que Dan Brown nos deja ver en cada página. Sin duda, un libro que dejará huella en el intelecto de todas las personas, un reto literario que nadie debería perderse.