Revista Cultura y Ocio

El código de saint-exupéry y su principito (v) – lo que realmente tienes que saber es que…

Publicado el 24 febrero 2015 por Indira @Blogracho
Autor: Blogracho
Capítulo V: LO QUE REALMENTE TIENES QUE SABER ES QUE...

¡Antoine no murió envenenado! Lo sé porque la serpiente no tiene más veneno para la segunda picadura... y eso lo sabía nuestro Pequeño Príncipe; y era justo por eso había caído en el desierto - para arreglar cuentas - y para poder marcharse con la certeza de que la serpiente no mordería ni a su amigo, ni a su rosa, y porque el código de Saint-Exupéry no existe - al menos "no" en la versión definitiva.

Y por eso te pido disculpas, mi amigo bloguero.

He querido crear un vínculo contigo pero no he cumplido con el principio esencial de la amistad: ser claros desde el principio. Pero si algo puedo decir en mi defensa es que, cuarenta y cuatro minutos al día no son suficientes para responder este enigma; por otro lado - y será por vía del ser mujer, y no de la postovulación literaria - no me canso nunca de hacerme preguntas; y si bien es cierto, no le haga más caso a las serpientes, lo intuitiva no se me quita. Sigo siendo curiosa y atrevida y busco siempre una respuesta a mis preguntas; y puedo distinguir entre una provocación y una prueba. Y eso fue lo que hice, seguí mi corazón rojo Valentino ciego de nacimiento y que no ha visto que yo he crecido. Me hice preguntas que los grandes parecen haber olvidado que son importantes, y pequé de lo que siempre pecamos las mujeres: de encontrar una respuesta. Y para terminar, porque se me están acabando mis cuarenta y cuatro minutos, añado algo más a mi defensa: hice lo que Antoine quería. Porque si en otra cosa nos parecemos Antoine y yo, es en eso: a Antoine no quería que su libro se lea a la ligera, y a mí no me gusta leer a la ligera un libro.

Por eso usé la palabra enigma, para que tomes en serio mi relato; porque sé que los grandes necesitan escuchar nombres extravagantes para interesarse por cosas que nunca han dejado de existir y de ser esenciales. Por eso no debes estar desilusionado, ni triste, ni mucho menos pensar que yo te he engañado, porque el código de Saint-Exupéry sí existe, basta no leer a la ligera su libro, mirar al cielo y preguntarte: el cordero ¿se ha comido la rosa? Y verás cómo todo cambia...*

Y yo tengo una respuesta para este enigma, el problema es que no sé cómo explicarlo; por lo que lo mejor será comenzar en el principio:

Dedicatoria

A mi papá, un niño que jamás ha dejado de ser grande y que me ha enseñado - y será por vía de sus cataratas - a ver la vida con otros ojos. Y a los gatos; porque los gatos así como el corazón, nunca se equivocan y porque ambos saben que cuando el misterio es demasiado importante es imposible desobedecer aunque solo se dispongan de cuarenta y cuatro minutos al día.*

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*El Principito, Antoine de Saint-Exupéry

** Las aventuras de Alicia en el país de las Maravillas, Lewis Carroll.

** El gato con botas, Giambattista Basile, Charles Perrault, Gianfrancesco Straparola


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