El cohete Vega aterriza en Valladolid

Vega (Fotografías: Doc Pastor)

La cantante Vega visitaba anoche la vallisoletana sala Porta Caeli para enseñarle a todos sus seguidores que “como ella no hay dos“. Sin embargo, los fans allí presentes desconocían se volverían esa noche a sus hogares con un cierto regusto amargo en la boca.

Hora y media después de la apertura de puertas, y con un excaso centenar de almas presentes en la sala, una Vega de pelo rapado salía al escenario para, sin mediar la mínima palabra, comenzar cantando “La cuenta atrás“.

Sobre el escenario, la artista que en estos inicios quizás pecaba de altiva, iba soltando paulatinamente su simpatía, al igual que su sonrisa, que se comenzaba a vislumbrar entre algún que otro acorde de canciones como “Faro de guía“.

Y así, entre escuetas palabras y un sonido instrumental impecable que llegaba incluso a eclipsar en algunas ocasiones a la increíble voz de Vega, llegó el momento de echar la vista hacia atrás y cantar “Grita“, la primera cancion que escribió la cantante.

Sin embargo, no sería hasta llegar al ecuador cuando el concierto llegase a su punto de máxima conexión entre artista y público, y llegó, como no, con una Vega bailarina, alegre y divertida que contagiaba sus ganas de ser feliz con uno de los temas más movidos que haya creado “Para bailar“.

Pero no todo es bailar, por lo que , tras esta agitación de los presentes, tocó cambiar de estilo, tocó mirar atónito al poder que la joven tiene para transmitir con su voz, tocó sonreír entre ojos aguados por la absoluta nosatalgia que “Te tengo a ti” conlleva y tocó, cómo no, deshacerse en aplausos.

A pesar de que la simpatía de la protagonista de la noche había ido aumentando canción a canción, volvió a pegar un bajón al final del concierto para anunciar, antes de iniciar el bloque final de canciones, que “ella no es de esas que hacen bises“. No obstante, la cantante supo despedirse bien ya que, entre otras, tocó la joya de la noche , una perfecta e increíble versión de “Creep“, la famosa canción de Radiohead en la que su voz sonó mejor de lo que había venido sonando hasta el momento, y ganándose, al menos, mi más profundo respeto y admiración.

De igual forma, no podía irse sin regalarlos el tesoro que su úlimo disco guarda en sus entrañas y del que ella afirma estar especialmente segura, “Requiem“, que, a pesar de tener regusto de penúltima canción del concierto, tuvo un primer gusto a lo que es, la mejor canción del disco.

Y de este modo, entre alguna sonrisa, bromas, fallos debido al efecto de las Estrella Galicia encargadas de patrocinar la gira y ningún tipo de bis, terminaba, tras una escueta hora y media, un concierto realmente bipolar que, por una parte sabía a poco para el dinero gastado en la entrada y por otro lado dejaba claro que el cohete Vega estaba, efectivamente, en el espacio.

Miriam

Soy una chica leonesa que ha tenido que irse a Valladolid para cumplir su sueño, hacer periodismo. A pesar se ser este mi primer año de carrera, tengo el orgullo de ser colaboradora de Ruta 42. Por lo demás no hay mucho que contar, toco la guitarra, me gusta el rock y devoro todo tipo de literatura, especialmente la poesía.

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