Hace unos años se puso muy de moda el uso de una técnica para conseguir que los niños duerman solos en habitaciones separadas a la de sus padres.
Si miramos este hecho desde el aspecto puramente evolucionista, resulta poco seguro dejar a los hijos en lugar distinto al que se encuentran los padres, por lo que existe menos probabilidad de supervivencia en el caso en que ocurriera algún problema en el bebe.