He escuchado durante tres años absolutamente todo tipo de opiniones(siempre negativas) sobre el colecho, porque cuando son muy pequeños te recuerdan lo extremadamente peligroso que es, porque le ahogarás, espachurrarás y asfixiarás. Cuando sobrevives esos tres primeros meses(extrañamente oye!) comienza el acoso inquisitorial, porque desde malcriarle, crearle un trauma, hasta convertir a tus hijos en seres dependientes e inmaduros pasas por todo tipo de glosas, sin faltar nunca, aquello de no se irça nunca de tu cama….. Consentido, mimado y malcriado……. Hasta han llegado a sugerirme que con el colecho fomentamos conductas homosexuales…..(dicho finamente) como si además a mi me importara lo mas mínimo la opción sexual que decida mi hijo el día de mañana…..
Nosotros colechamos… ya he dicho en alguna ocasión que no es por creencia de que lo considere mejor o peor, simplemente surgió, nos encanto a nivel familiar y ha sido maravilloso compartir cama y sueños con nuestro peque…. Si, hablo en pretérito. Princeso decidió estrenar su cama nueva, nadie le obligó, nadie le instó, hasta ese día, jamás pensé que seria capaz de dormirse sin mi. Se fue solito, por propio pie, pasé mucha pena, añoranza, tristeza, descubrir de pronto que mi bebe ya no es mío, que ha crecido y es un niño independiente y toma sus propias decisiones no fue fácil. Pensaba q regresaría tras la emoción inicial, y sin embargo tras dos semanas completas, sigue independiente y autónomo. Con alguna sutil manipulación he intentado que volviese a la cama familiar y lo mas q he conseguido ha sido a las tres de la mañana que me despertara para instarme a llevarle a su cama.
No voy a hacer un estudio sobre el colecho, ni voy a contaros nada para fomentarlo, solo voy a hablar de mi Princeso, y es que el es así y tal vez lo fuese si hubiésemos estrenado su cuna… o tal vez no. Es un niño independiente, seguro, autosuficiente, y creo que es porque esta creciendo en un hogar donde sabe que ocurra lo que ocurra tendrá unas manos sosteniéndole, donde siempre encontrara amparo y sustento, donde sabe que se le quiere y se le querrá tal y como es. Donde se le deja decidir donde dormir.
Tres años y diez días ha tardado en irse, aunque ha dejado un hueco que perdurara siempre, aunque sabia que algún día ocurriría, es el signo de que el mundo continua, el tiempo pasa y mi princeso crece…. Pese a que estos dos padres tontos se les escaparan las lagrimitas la primera noche. Y porque Princesa aún cohabita en nuestra cama que si no en la cama pirata de 90 cm de Princeso….. seriamos tres!
http://princesasyprincesos.wordpress.com/2013/03/12/el-colecho/
Imagen de Aitana Carrasco Inglès, escritora e ilustradora valenciana