Llevamos una semana compartiendo cama con Inés, el colecho se ha impuesto a la fuerza en nuestra casa si queremos dormir más de 3 horas seguidas.
Desde que duerme en la “cama de mayor” hemos pasado por ciertos vaivenes, teníamos semanas que con la rutina de cuentos conseguíamos que durmiera en su cama y solo en ciertas ocasiones que se despertaba, nos veíamos coaccionados a aceptarla en nuestra cama. Entendemos que desde la perspectiva de un niño resulta más atractivo dormir con los papás aparte de hacerles sentir más seguros. Pero resulta muy complicado dormir con pequeños terremotos como compañeros.
En una sociedad en la que has de definirte a cada segundo, os reconozco que soy incapaz de definirme a favor de un colecho acérrimo o negarme de ese privilegio incómodo. Colechar con un hijo es una decisión importante y que debemos tomar desde la libertad y la concienciación de lo que supone, y no como una tendencia al auge.
En nuestro caso nunca se planteó, cuando esperaba a mi hija decidimos fabricar una minicuna y unos amigos nos dejaron una cuna de sus hijos para los meses siguientes. En realidad mi total desconocimiento sobre el tema me evitó cuestionarme la opción. El compartir cama con las niñas se trata de un plan B, cuando tienen miedo, están enfermas o requieren de mayores atenciones. Por supuesto que soy incapaz de dejar a mi hija muerta de miedo en su cuarto por no definirme pro-colecho total, pero en realizad es que no puede vender algo en lo que no creo al 100%.
Curioseando por la web encontramos artículos de todo tipo, para todos los gustos y colores. Desde artículos que enuncian que en países que se practica el colecho no se conoce la muerte súbita de bebés o las múltiples ventajas de practicar esta opción para los pequeños y para los papás, o todo lo contrario.
Esta tendencia no es algo novedoso ya que se practicó ampliamente hasta el siglo XIX en Europa, y ahora simplemente se ha reintroducido en la cultura occidental por los partidarios de la crianza con apego.
¿Qué ventajas podemos encontrar a la hora de defender el colecho?
- Favorece la instauración y mantenimiento de la lactancia.
- El Bebé se duerme más fácilmente e incluso sincroniza las horas del sueño con la mamá.
- Potencia el vínculo afectivo entre padres e hijos.
El tema de la muerte súbita no me queda del todo claro, al igual que no veo la relación directa en que reduzca el riesgo de que el bebé sufra hipoglucemia.
En cuanto a inconvenientes del colecho
El principal es el riesgo de asfixia, pero encontramos otros como las incomodidades para progenitores (privilegio incomodo que hemos llamado anteriormente), porque encontrareis en algunos listados el riesgo a que la pareja se resienta pero tampoco me parece muy clara la relación y el apego en exceso ¿y cómo se mide eso?
Incluso otros estudios que relacionan el colecho con el aumento del riesgo de muerte súbita ¿cuál dice la verdad?
Analizadas las ventajas e inconvenientes decidid vosotros mismos. Nadie como unos padres para elegir lo más conveniente para sus hijos en función de sus necesidades. Sin embargo si optáis por colechar, os recomiendo que sigáis ciertas …
Precauciones o recomendaciones…
- Acostar al bebé boca arriba.
- El colchón debe ser plano, firme y de unas dimensiones aceptables.
- Evitar el uso de almohadas, cojines, peluches y mantas de pelo que puedan provocar la asfixia del bebé.
- Asegurarse que el bebé no pueda caerse de la cama por ningún hueco.
- Evitar el sobrecalentamiento y el exceso de temperatura ambiental.
Y por último y muy importante…
Se desaconseja el colecho a los fumadores, personas que consuman drogas o padezcan alguna enfermedad que disminuya el nivel de repuesta.
¿Practicas el colecho? ¿Qué es lo mejor y lo peor de esta práctica?
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Autor Patricia Manzano
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