Las reivindicaciones perennes del nacionalismo catalán ocupan tantos espacios en los medios informativos ya desde el siglo XIX que impiden divulgar ampliamente otras quizás más justas.
Como la de que Cristóbal Colón era gallego de Poio, Pontevedra, y no catalán, y tampoco Cervantes, Cortés, Leonardo, Santa Teresa, y hasta la bandera estadounidense, como proclaman entusiásticamente los expansionistas reinventores de la historia catalana.
Un marino e historiador descendiente de italianos, Alfonso Philippot, lleva muchos años estudiando la figura de Cristóbal Colón y ha encontrado y divulgado decenas de documentos que reconocen ese origen gallego, incluidos sus árboles genealógicos; una explicación plausible para sus descendientes, los Duques de Veragua.
El libro “La identidad de Cristóbal Colón”, que se acerca a su sexta edición, contiene en sus 745 páginas dos centenares de fotografías y documentos que probarían la tesis de este investigador, algo con lo que parecen incapaces de competir otras teorías, incluso la genovesa del comerciante de tejidos sin antepasados almirantes, como el Colón gallego.
“La tesis de Philippot, apoyada en abundantes documentos de la época, confirma plenamente el origen hispano de Colón (...) El autor ató los cabos de tal manera que costará trabajo a los incrédulos salir del camino trazado por él", decía el miembro de la Real Academia de la Historia, Manuel de Castro.
Philippot afirma que Cristóbal Colón era en realidad Pedro Álvarez de Soutomaior, Pedro Madruga, descendiente de la noble casa gallega con antepasados almirantes, y de los Colón italianos, comerciantes de sal establecidos en Pontevedra.
Recuerda Philippot que los lugares bautizados por Colón tenían nombres de los alrededores de Poio y que al Padre Sarmiento advertía ya en el siglo XVIII que la carabela “La Gallega”, fue rebautizada como la “Santa María”, por ser Patrona de los marinos de Pontevedra.
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