Apareció con fuerza en el 2012 y ya no ha salido de nuestros hogares. El color mint o menta, un tono claro entre el verde y azul sigue ocupando con gran protagonismo páginas de catálogos de interiores y hogar en todo el mundo.
¿Os habéis cansado de este color? yo no, la verdad, es lo que tienen los tonos claros y calmados, que sobreviven mejor a las modas, que los intensos y muy vistosos.
Lo hemos visto (y seguimos viendo) en paredes, revestimientos, muebles, textiles, madera… no hay una superficie o artículo que se haya resistido a este color. En este salón sueco lo podéis apreciar en varias intensidades, en la chimenea, en la manta, el cojín y el portavelas, incluso la alfombra, según la luz y donde se mire, tiene algún reflejo mint.
El ambiente que produce (junto al blanco, siempre!) es calmado, acogedor e increíblemente femenino (demostrado está que no es necesario el rosa para esto).
No os perdáis el resto del piso sueco de hoy, con decoración nórdica, limpia y ligera. Espero que os guste ¡feliz martes!
Vía: Alvhem